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Amity maldice entre dientes.

-Dios, Luz, lo siento. -Eso es todo lo que dice durante un buen rato. Sus dedos crean un camino en mi espalda: hacia un lado, hacia otro, arriba, abajo. Repiten el mismo patrón una y otra vez-. ¿Cuando te has enterado?

-Está noche. -Suelo un suspiro-. Aunque tal vez no lo esté. Y espero de verdad que no lo esté. Pero, si no es así, eso significa que le pasa algo malo, y que soy una hija horrible por pensar siquiera durante una fracción de segundo que preferiría cualquier cosa salvo que estuviera embarazada.

Me aparta por los hombros, y yo se lo permito.

-¿Qué puedo hacer? -pregunta cuándo nos miramos a los ojos.

-Convierte todo esto en un sueño del que pueda despertar mañana.

Se muerde el labio inferior.

-Ahora me siento como si me hubiera aprovechado de ti. Lo siento. Si lo hubiera sabido, jamás habría...

-Para -la interrupo-. No digas eso. Llevo semanas queriendo besarte. Mucho antes de que descubriera lo de mi madre, desde que me acompañabas al instituto.

Su mirada se dirige rápidamente a mis labios, y después vuelven a mis ojos.

-¿Querías besarme?

-La palabra correcta es "quiero". Quiero besarte.

Me inclino hacia adelante y le rozó los labios con los míos, pero ella se aparta un poco.

-Ahora si que sería una imbécil si nos besaramos. Venga, vamos a hablar.

Me conduce de la mano por el pasillo hasta una gran sala de cine, con varios sillones reclinables dispuestos a distintos niveles de cara a una gran pantalla blanca.

-Vaya -digo, girando en círculo-. Aquí es donde tendríamos que ver El Resplandor.

Una de la comisuras de su boca se eleva en una media sonrisa, y después va hacia una estantería llena de DVD y toma una con Jack Nicholson sacando la cara repulsiva por un agujero en una puerta.

-¿La has comprado?

-Pues si. Dijiste que teníamos que verla, así que la compré.

Me siento en un sillón.

-Vale, pues entonces ponla.

Ella niega con la cabeza.

-Está noche no. Esta noche tenemos que hablar.

Deja la película su sitio y se sienta en el sillón que se encuentra junto al mío.

-¿Qué estabas haciendo antes de que llegara?

-Deja que me corrija: esta noche tenemos que hablar de ti.

-¿No podemos ir conduciendo la conversación poco a poco? No se me dan bien estas cosas.

-Vale, ¿Antes de que llegarás? Veamos... Estaba haciendo un trabajo de historia.

-¿Vas a la academia Glandus o a Hexside?

Ambos son institutos privados, así que estoy segura de que ira a uno o al otro.

-A Hexside.

Se ríe.

-Gracias, por cierto.

-¿Por qué?

-Por recordarme lo que es que te traten como a una persona normal. Ha pasado mucho tiempo desde que estuve con alguien que no sabía quién era.

Inclina la cabeza hacia un lado.

-Espera, ¿Quién eres? -Ella me tira del pelo con una sonrisa burlona-. Tus padres son muy simpáticos.

La distancia entre tú y yo | LUMITY | •Adaptación•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora