OLIVIA
Londres, Inglaterra.
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The Ledbury Restaurant.
21:34De camino al Ledbury, Nina al lado mío en la parte de atrás del auto sacándose mil fotos para subir a sus redes sociales. Mamá y papá hablando de negocios mientras maneja. ¿Yo?, sumida en mis pensamientos, mirando por la ventana con los brazos cruzados. El día se había hecho larguísimo. Después de clases me puse a estudiar hasta la noche, cuando llegó Nina para arreglarnos. No estaba con el mejor de los humores. Primero que nada; no quería ver a Cristian y segundo hacia frío para el vestido que me había puesto. Además el tapado de elegí no fue el mejor para las bajas temperaturas de Londres. No lograba entender como es que Nina se había puesto un vestido corto con lo fresco que estaba, sin embargo ella parecía menos friolenta que yo. Ni se quejaba.
Para el colmo hoy era uno de esos días en los que no me sentía muy linda.
Me mire tanto al espejo antes de salir que al final no me gustó nada como lucía. De hecho desde que pasó lo que pasó en el departamento de Cristian me estaba cuestionando si quizás no le había gustado algo de mi. Pensé que ya había superado esta etapa en la que me importaba lo que los demás pensaban sobre mi cuerpo. Al parecer no. O su actitud conmigo quizás despertó esa inseguridad que me persigue desde que empecé la preadolescencia.
A los quince no me importaba ser muy flaca, pero a los dieciséis al tener mi primer novio empecé a preocuparme más por ello ya que Marco, mi ex, me lo vivía señalando todo el tiempo. Yo nunca fui una chica con atributos muy extravagantes, me costaba mucho subir de peso y no importaba lo mucho que comiera me seguía viendo igual de flaca. No importaba que me metiera en el gimnasio miles de horas a la semana, ni las dietas estrictas para aumentar aunque sea un poco mi porcentaje graso, nada parecía servir. Por suerte duré un año con Marcus pero lo malo es que ya era muy tarde para revertir todas las inseguridades que me inculcó. Ya no me sentía conforme con mi cuerpo y me lo vivía tapando. Tapando mi estómago, mis clavículas, mis piernas. Todo. No me gustaba mostrar nada y me generaba muchísima ansiedad comer. A veces comía mucho, a veces no comía nada. A veces dormía mucho, a veces nada. Sumida en una especie de depresión. Esa relación me hizo mierda a pesar de que fue corta. No me gustaba mucho hablar de eso, Marcus fue una persona que siempre me trataba de tirar abajo y siempre lo lograba. Yo lo permitía. Era muy chica.
A los dieciocho conocí a Licha y fue la primera persona con la que me sentí cómoda en contar lo que me pasaba. Nunca lo había hablado con nadie, ni con mis amigas.De hecho con ellas no me sentía cómoda de hablarlo porque todas compartían un pensamiento acerca de la hegemonía que teníamos todas. Todas muy obsesionadas con la perfección, con ser socialmente correctas. Seguir parámetros de belleza muy altos. Incluyendo a mi mamá. Ay mi mamá. Ella era la menos indicada para hablarle de mis problemas de autoestima. La primera vez que trate de hablarlo con ella me pasó una tarjeta de crédito y me dijo " No tenes por qué hacerte cabeza por eso Olivia, anda y opérate las tetas, el culo, lo que sientas que te haga falta"
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MVP | Lisandro Martínez, Cuti Romero
FanfictionJugar a las dos puntas puede ser muy peligroso. ©2023 sextience ( fanfic ) triángulo amoroso. Esta historia contiene escenas sexuales y explicitas, lenguaje fuerte y contenido para adultos. Prohibida su copia o adaptación. EMPEZADA: 05/02/23 🧿🪬