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Suelto una risa nasal al ver la historia. Ya estaba en el avión, todos se estaban acomodando en sus respectivos asientos y yo esperaba en el mientras boludeando un rato con el celular. Cuti se había ofrecido a traerme al aeropuerto y yo accedí pero primero almorzamos en su casa. Mientras esperábamos la comida una cosa llevó a la otra y terminamos cogiendo en el sofá de la sala, se encargó de dejarme la mano marcada en el culo y no dudaba que quedaría marca por varios días.
Que mal me tenia por dios, todo el día en mi cabeza y como para no, si hablábamos por chat a cada rato. Le doy like a la historia y pongo el celular modo avión después de teclearle un mensaje a Licha avisándole que ya estaba en camino. Por suerte era un vuelo corto y en dos horas ya estaría en Manchester. Iba a aprovechar esas dos horas para dormir una siesta, estaba muy cansada.
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4:30pm
Agarro mi valija de la cinta y sonrío contenta de que haya llegado tan rápido, generalmente siempre estaba como quince minutos esperando. Tatareo la canción que suena en el aleatorio de mi playlist mientras saco el celular de mi riñonera para chequear los mensajes que me había enviado Lisandro avisándome que me esperaba afuera del aeropuerto, por como me contesta tan cortante deduzco que sigue molesto, pero más molesto que anoche cuando hablamos un rato antes de irnos a dormir. Una mueca se asoma en la comisura de mi boca. Me fastidiaba un poco que siga así, no se que mierda le pasaba, tanto le iba a molestar que no le haya preguntado cómo llegó, ya habían pasado cuatro días de eso.
Guardo mi celular y me saco los auriculares emprendiendo camino por el aeropuerto buscando el baño antes que nada. Me miro en el espejo y la verdad es que más crota no puedo estar, una cara de cansancio me delataba por completo. Me arreglo un poco el rodete desordenado que me había hecho, mojo un poco mi cara para despabilarme y salgo para ir hacia la salida.
Cuando cruzo las puertas corredizas del aeropuerto busco la melena inconfundible de Licha, sonrío cuando lo veo. Esta recargado en su auto con los brazos cruzados. A pesar del fresco que hace tiene mangas cortas que dejan ver los músculos tensos de su brazo y la manga completa que lo decora. Todavía no me vió, tiene los ojos fijos en la otra puerta del aeropuerto y me acerco a pasos agrandados, pegando una mini corrida hasta él.
— ¿Y ese lindo? —musito una vez cerca haciendo que voltee a verme de inmediato. Se le ilumina la mirada cuando me mira, casi sin poder disimularlo, pero no sonríe. Se le nota de acá a la china que algo le pasa—, ¿Ni un abrazo me vas a dar? —arqueo una ceja abriendo los brazos.
