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Trabajar a ese ritmo apresurado era duro, los demás subordinados comenzaron a sospechar que algo no andaba bien al ver que la producción se había parado completamente y las bodegas sólo se vaciaban sin parar, el incremento del trabajo era sin dudas inquietante y cansador, por lo que comenzaron a presionar a los jefes para que les explicaran qué carajos estaba pasando.

Sin duda no era justo hacerlos trabajar de esa forma sin el conocimiento del tema, pero desde las jefaturas, hacerles saber era algo más difícil de lo que parecía en un comienzo, hasta alabaron la valentía que tuvo Han al hacerles la propuesta aquella noche.

Pero luego de meditarlo y ponerse de acuerdo, reunieron a los subordinados y les explicaron la decisión que se había tomado, también se les detalló que harían la entrega del dinero recaudado en partes iguales para cada miembro de la organización, esperando que fuera suficiente para que pudieran mantenerse luego de la disolución definitiva del Taeyang.

Muchos de ellos quedaron pasmados y sin habla con la noticia repentina, sin duda tenían que procesar todo lo que estaba ocurriendo, prácticamente habían estado trabajando duro para su propia despedida de la industria.

Pero si algo era cierto, es que ninguno de ellos tuvo el valor de quejarse al respecto, pues sus jefes al mando siempre hicieron todo lo posible por protegerlos y pagarles salarios justos, incluso ahora que tomaron esta decisión abrupta, ellos les estaban ofreciendo el mismo trato de ganancias, incluyéndose a ellos como jefes que tenían un rango más alto.

No quedaba más que la aceptación y la búsqueda de sus propios destinos, reflexionando que a pesar de haber tenido una vida relativamente fácil con esos grandes ingresos que en ningún otro trabajo sin estudios podrías alcanzar, también tenían que cerrar ese ciclo de ilegalidad antes de que fuera demasiado tarde.

Y con ello agradecerle al jefe Han por la oportunidad de desligarse de este mundo delictivo sin rasguños de por medio, porque en realidad era muy común que en otras organizaciones prácticamente sea imposible retirarse estando vivos.

Involucrarse con una banda significaba entregar tu vida, casi como si tuvieras una deuda con ellos y si querías dejar ese ritmo de vida, te consideraban un traidor que merecía la muerte.

Pero desde el otro lado de la moneda se encontraba el ex jefe Han, que se sentía tranquilo al ver que todos los que algún día fueron sus subordinados, le estaban agradecidos por sus esfuerzos incansables de protegerlos día y noche.

Y de alguna forma cuando el ciclo culminó y ya no había más trabajo que hacer, muchos comenzaron a despedirse para nunca más volver a verse, fueron días agitados de trabajo en equipo en las mudanzas de los miembros.

Y a pesar de que muchos de ellos sentían una tristeza en su interior, se veían con sonrisas amables por todo el tiempo de convivencia que tuvieron, prometiendo llevar vidas lo más tranquilas posibles, diciendo adiós sin mirar atrás.

De todas formas, no todo era tan simple y armonioso dentro de la mansión, pues como ya se habrán imaginado, estas despedidas significaron un cambio rotundo en las emociones de los chicos, lo que hacía que hubiera una nube desoladora sobre ellos. Pero además de ello, lo que Han nunca esperó era que desde su círculo más cercano tuvieran la misma idea de marcharse.

—Nos iremos de casa —se escuchó abruptamente en medio de la cena.

Todos al rededor de la mesa que habían estado comiendo en silencio, dirigieron sus miradas a Bangchan, aquel que había hablado con voz alta.

—¿A dónde te irás? —preguntó Han mirándolo con rostro confundido.

—Nos iremos a la casa de Felix en el bosque.. Minho la conoce —respondió mirando al mencionado y este recordó aquel día. —Nadie más conoce ese lugar, es perfecto para terminar de cortar los lazos del Taeyang.

BE MY BOSS S2 | hanknow Donde viven las historias. Descúbrelo ahora