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—Ven aquí un segundo —se escuchó la voz de Han que llamaba tranquilamente a Bangchan, aquel que se mostraba con un rostro desanimado.

Vió al joven acercarse y salieron de casa caminando por la calle casualmente para tomar un descanso, a paso lento iban mirando los árboles a los costados del camino, el cielo estaba azul brillante y hacia un buen clima, era perfecto para dar un paseo.

Han sacó de su bolsillo una cajetilla de cigarrillos y le ofreció al contrario aunque sabía perfectamente que lo rechazaría, como lo supuso Bangchan se negó declinando la oferta y Han se encogió de hombros llevando un cigarro a su boca, para en cosa de segundos darle una calada antes de hablar.

—¿Qué te hace dudar tanto? Se que quieres quedarte, y nosotros también queremos que se queden.. Pero desde que terminamos de desempacar haz tenido esa cara.

Bangchan lo escuchó fuerte y claro pero decidió quedarse en silencio, guardando sus manos en los bolsillos de su pantalón. Mientras caminaban podía sentir la calidez del sol acariciar su espalda, pero seguía sintiendo un pequeño pesar en su corazón que no lo dejaba tranquilo.

—Felix estaba tan emocionado por mudarse a su casa, que no me siento capaz de pedirle que nos quedemos —soltó Bangchan luego de un rato cuando ya estaban bastante lejos de casa.

Han comprendió y suspiró un poco, sus ojos fueron a parar en una banca en la que llegaban rayos del sol en medio de la sombra de los árboles, y no dudó en dirigirse a ella siendo seguido fielmente por el contrario. Han se sentó apoyando su espalda completamente en la banca relajando su cuerpo, tomó aire profundo y pudo sentir una tranquilidad inmensa recorriéndolo dulcemente.

—Nunca pensé que necesitara tanto este cambio, ahora puedo disfrutar de un día hermoso como este sin pensar en nada más —dijo Han mirando hacia el parque que se formaba frente a ellos, sin duda habían encontrado un buen lugar para estar. —Tuvimos suerte de poder huir de ese mundo sin ser seguidos.

Soltó luego de pensarlo un poco, seguramente en estos momentos las demás organizaciones ya se habrían dado cuenta de su ausencia, y lo más probable era que el negocio del contrabando se volviera un completo caos.

Y es que si el rey en la cima desaparecía de la nada, las demás organizaciones se pelearían con uñas y dientes para convertirse en la siguiente cabeza al mando. Por lo que de cierta forma Han se aliviaba de no estar cerca para presenciar aquel desastre.

—Sólo espero que se mantengan lo suficientemente ocupados peleando y se olviden de nosotros pronto.. —dijo intentando dejar de lado esa parte de él que aún pensaba en ello, después de todo había sido el jefe principal y le era difícil desligarse.

Bangchan lo miró un segundo dándose cuenta de que en realidad tenía razón, sus pensamientos eran tan distintos que lo hacía sentir tonto por preocuparse por algo tan simple.

—Me siento bien estando aquí, quiero dejar todo eso atrás y que mi única preocupación sea que se termine el cigarrillo entre mis dedos —dijo Han interrumpiendo sus pensamientos dejando al contrario confundido por unos segundos.

—¿Por qué te preocuparías por eso? Aún tienes una cajetilla entera en el bolsillo..

—Lo sé, estoy intentando dejarlo de a poco otra vez —respondió cerrando los ojos un segundo dispuesto a decir lo que tanto tenía en mente. —De todas formas, ¿Estás seguro de que Felix quiere irse?

Aquella pregunta cayó tan repentinamente que causó dudas de inmediato, Bangchan se sentó correctamente y se giró hacia Han.

—¿Crees que no quiera?

—Tienes que preguntarselo primero, no des por hecho las cosas —respondió decidiendo apagar el cigarro por su propia cuenta.

En poco tiempo vió como Bangchan volvía a apoyar su espalda contra la banca y en su rostro parecía solucionarse lentamente su aflicción.

BE MY BOSS S2 | hanknow Donde viven las historias. Descúbrelo ahora