20

376 55 12
                                    

Cuando Han supo que todos habían estado de acuerdo con su propuesta, se sintió tremendamente aliviado, la ansiedad lo había corrompido tanto que pensó en todas las posibles respuestas que pudieron haberle dador, pero agradecía inmensamente que no hubo mayor inconveniente.

Pudo notar de inmediato el cambio de humor de los chicos, en especial el de Minho que amanecía con un rostro brillante y muy animado para irse a trabajar junto a Bangchan. Creía que eso era realmente una locura, estar cerca del mayor significaba tener un día largo y pesado, pero al joven parecía no afectarle el cansancio.

Una noche mientras estaban a punto de irse a dormir, Han se giró hacia él en la cama y le preguntó de dónde venía toda esa energía, porque realmente no lograba comprenderlo y el contrario lo miró con una sonrisa.

—Sólo estoy feliz con la propuesta que nos hiciste.. Tenía miedo de que tu salud siguiera empeorando si continuábamos viviendo así.

Minho soltó aire y decidió confesar lo que había preferido guardarse al ver que las cosas habían marchado bien.

—En realidad estuve esperando este momento.. Hasta llegué a pensar en qué hacer para convencerte —soltó bajando el tono de su voz.

Los ojos de Han se ablandaron al instante, en ellos sólo veía a un Minho de corazón noble que sólo velaba por la seguridad de todos, y entre más lo pensaba, llegaba a la conclusión de que él nunca estuvo realmente interesado en los negocios del Taeyang, él se mantuvo de pie durante todo este tiempo sólo para estar a su lado.

—No me mires con esos ojos amables, no lo merezco realmente.. Yo sólo quería que nos fuéramos de la organización a toda costa —soltó con voz malhumorada, en aquel momento su parte más codiciosa había salido a flote nublado su juicio. —Pero luego pensé que era demasiado egoísta pedirte algo así cuando tu propio padre lo dejó todo en tus manos —concluyó sintiéndose culpable, pero el jefe frente a él no dejó de verlo con cariño y le dijo con voz suave.

—El Taeyang duró el tiempo que tenía que hacerlo, el viejo puso su vida en este trabajo.. Pero eso no significa que tengamos que vivir y morir de la misma forma —dijo intentando volver a subir su ánimo —Ya no estoy de acuerdo con ese tipo de destino, y aunque tal vez terminemos separándonos, prefiero eso a perderlos para siempre.

Para Han sólo habían dos formas de terminar la historia, o se quedaban en la organización y esperaban a que alguno de los chicos terminara muerto, o escapaban de ese destino antes de que el mayor mal tocara sus puertas.

Claramente no estaba dispuesto a la segunda opción y se sintió feliz al saber que Minho también había estado pensando en eso. Esa noche durmieron con los corazones más tranquilos, ser transparentes entre sí siempre era reconfortante y justo ahora en que tenían más trabajo de lo usual, era necesario dormir con la conciencia limpia.

Los días transcurrieron tal y como lo habían previsto, logrando hacer muchas ventas, pero también hubieron socios que no aceptaban las ofertas y otros que simplemente cancelaban cuando todo estaba listo, para los chicos era agobiante pero no querían rendirse.

Ian por su lado tenía uno de los trabajos más difíciles, vender autos no se podía comparar a los paquetes más pequeños con los que trabajaban los demás. Al ser vehículos lujosos, las ventas debían ser más cuidadosas, también no es como si todos los días alguien quisiera comprar un vehículo de lujo, por lo que estuvo bastante ocupado haciendo llamadas telefónicas e intentando agendar reuniones.

Han lo vió un tanto agobiado por lo que una mañana decidió seguirlo, todos estaban subiéndose a sus respectivos autos para irse a trabajar, y Han se escabulló al asiento del copiloto sorprendiendo al chico diciéndole tranquilamente que lo estaría acompañando esta vez.

BE MY BOSS S2 | hanknow Donde viven las historias. Descúbrelo ahora