09

503 70 21
                                    

Durante el desayuno Ian estuvo pensando seriamente qué debía inventar para persuadir a Yangyang y que este no sospechara que sus hyung saldrían sin él, y mientras más lo pensaba creía que estaban siendo demasiado infantiles con él, el chico ya era mayor de edad y sabia trabajar bastante bien, se desenvolvía como un buen jefe de grupo, tenía conocimiento en las armas y estaba entrenado para defenderse en cualquier momento y contra cualquier persona.

Mientras comían lo observaba intentando adivinar qué podría ser de su agrado para invitarlo en la noche, creía que estaba demasiado acostumbrado a cosas de niños, tal vez llevarlo al cine, o a los bolos quizá, pero también tenía curiosidad de cómo sería su verdadera personalidad lejos de ser el maknae que todos aman y protegen en el Taeyang.

Dejando de lado la idea fastidiosa de ser el distractor, también le parecía un buen momento para conocerse y afianzar un poco la relación, después de todo él fue el último en ser incorporado al grupo, todos ya se conocían y trabajaban juntos desde hace mucho tiempo, creía que ya era hora de incorporarse un poco más, quizá empezar con Yangyang sería el comienzo más fácil entre los jefes de grupo.

Pensando en Bangchan, creía que el menor era más accesible que él así que no había mucho de qué preocuparse en esa perspectiva.

Para cuando la tarde se había hecho lo buscó para hacerle la invitación, debía aceptar que se sentía nervioso pero no había forma de retractarse, pronto Han debía estar llevándose a Bangchan también, no quería entorpecer su ida, así que se puso en marcha.

Lo encontró en el sofá de la sala frente al televisor en pleno corte comercial, el joven tenía la mejilla apoyada en la palma de su mano, y sonrió al darse cuenta del aburrimiento en su rostro, esto sin duda era una gran ventaja, él probablemente aceptaría cualquier oferta que cambiara su escena y estado de ánimo.

—Yangyang ¿Qué dices si vamos por unos tragos? —dijo después de haberlo meditado mares, pero ahora que lo escuchaba parecía ser la idea más mala que pudo haber pensado.

Un silencio se había hecho en el lugar y vió atentamente el rostro del menor, creía que todo sería un completo fracaso pero luego de unos segundos su rostro se iluminó y saltó del sofá colocándose frente a él completamente animado.

—¿Sólo nosotros dos? —lo escuchó preguntar y entró en pánico, seguramente quería que fueran todos juntos, Ian tragó pesado y asintió antes de hablar.

—Nunca hemos pasado tiempo los dos juntos, así que pensé que..

—¡Genial! Es la primera vez que me invitan sólo a mi —dijo emocionado y sintió toda la tensión irse de inmediato de su cuerpo.

Parecía ser real que el chico frente a él se sentía un tanto desplazado de sus hyung, aunque en realidad sea todo lo contrario.

Muchas veces lo dejaban a cargo de cosas simples con el propósito de no poner en riesgo la vida del chico, comprendía que él se sintiera menos útil en el grupo, por esa misma razón Yangyang pensaba que habían ciertas cosas que no tenía permitido hacer, como por ejemplo ir a reuniones importantes con hombres de altos cargos de otras agrupaciones, misiones donde pudieran tomarlo como rehén, y por supuesto tomar alcohol.

Ian logró sacarlo de la mansión sin ningún tipo de sospecha, tomaron uno de los vehículos y lo llevó a dar unas vueltas por la ciudad hasta encontrar un buen bar, él parecía animado viendo las luces de los edificios como si nunca hubiera tenido la oportunidad de recorrer la cuidad de noche en un paseo tranquilo.

Por un momento Ian pensó que esta salida ideada para ayudar a una causa aparte, podía volverse más interesante y servicial, verlo feliz lo hacía sentirse emocionado también y tenía un pequeño impulso por enseñarle cosas que aún no haya probado, así que comenzaron con el plato principal.

BE MY BOSS S2 | hanknow Donde viven las historias. Descúbrelo ahora