Blue Archive - M.O.T.H.E.R. (Versión en Español) (Volumen 1)

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Era la hora de marcharse. La siguiente parada para el sensei y Nodoka era Gehenna, no obstante, los planes cambiaron. Yuuka-chan no lo acompañaría a la estación por otros compromisos, pero antes de irse le pidió un momento. No quiso forzarlo a que le dijera que estaba sucediendo. Tanto Rio como él habían estado actuando de manera extraña sin mencionar el repentino mensaje oculto de Koyuki. Le dijo que podía contar con ella para lo que fuera, aparte de eso, le preguntó si sabía lo de Suzumi.

El representante de S.C.H.A.L.E. caminaba a paso ligero por los pasillos de las instalaciones médicas de las Remedial Knights. Nodoka iba tan rápido como podía a unos metros detrás de él. Ella le pedía que lo esperara; no la escuchaba. Llegó a la habitación que buscaba. Puso la mano sobre el pomo de la puerta; la mano de Mine le impidió abrir.

—Lo siento. No lo puedo dejar pasar, así como si nada. Ordenaré que le traigan el equipo de protección personal. Por ahora, si quiere verla, puede hacerlo por esta ventana.

Dentro de la habitación estaba la muy conocida miembro del Trinity Vigilante Crew. El aspecto de Susumi era bastante malo, muy desmejorado. La chica estaba muy delgada, a pesar de su piel clara era notable que estaba pálida y bajo sus ojos unas ojeras muy oscuras. El brillo de su halo era débil e inestable.

—¿Cuánto tiempo lleva así? —Preguntó el sensei quien no creía lo que veía.

—Llegó ayer en la tarde.

—¡¿AYER?!

—No alce tanto la voz y sí...

—Tú eres la presidenta de las Remedial Knights. Supongo que sabes lo que ha estado pasando con las pandilleras y las estudiantes que las enfrentan en Kivotos.

—Estoy al tanto. Tiene el mismo síntoma que ellas. Una fiebre de más de 40 grados con una sensación de escalofrió, insomnio y una infección desconocida. Las otras estudiantes con esos síntomas duraron un tiempo en llegar a ese estado, pero ella... Ya estaba así de mal cuando llegó...

—Esto va de mal en peor...

La vestimenta de protección llegó. El sensei se la puso en seguida y entró. Se sentó al lado de Suzumi.

—¿Cómo te sientes?

—¿Quién es?... ¿Sensei?...

—Sí, soy yo...

—Lo siento... No lo puedo ver bien...

—No te preocupes. Si lo prefieres, mantén los ojos cerrados. No fuerces la vista.

—¿Por qué esta aquí?

—¿Por qué? ¿Por qué no lo estaría? Una de mis estudiantes, y mi escolta favorita, está muy enferma.

—Sensei... —Una lagrima escurrió de los ojos de Suzumi— Tengo miedo...

Un nudo se formó en la garganta del sensei. No conseguía las palabras para consolarla. Un viejo recuerdo vino a su mente. Era borroso, pero recordaba el confort que creó en su pecho. El sensei tomó la mano de Suzumi y con el pulgar la acarició. Con las pocas fuerzas que tenía, lo sujetó tan fuerte como pudo.

—Te prometo que volveríamos a salir a caminar... Cuando mejores, iremos a dar un largo paseo.

Una débil sonrisa se forma en el rostro de ella.

El sensei se había quitado la vestimenta que le habían prestado para ver a su estudiante. Se acababa de limpiar los ojos con el antebrazo. Esperó sentado a Mine quien había pedido prestada a Nodoka para que le ayudara a llevar algunas cosas. Tan pronto como volvieron, dijo a Mine que se comunicara con Yakushi Saya de Shanhaijin para trabajar en un antibiótico lo más rápido posible. Terminando la oración, el sensei se fue con Nodoka. Tenía mucha prisa. Ni si quiera se despidió. La estudiante de Red Winter decía al sensei que la esperara pues era de piernas cortas; No le prestó atención. No se veía como el solía ser. Caminaba taciturno. Nodoka, después de llamarlo varias veces, le preguntó quién era la chica a la que había ido a ver con tanta urgencia. Le respondió que una de las primeras cuatro estudiantes que conoció y tuvo la oportunidad de trabajar. Ella solía escoltarlo a donde fuese que él fuera cuando tenía tiempo libre, pero su trabajo como consejero de clubes lo fue apartando de ella conforme el tiempo avanzó dejando como única interacción entre ellos uno que otro mensaje por Momotalk. Tomándose un par de segundos, vio a Nodoka preocupada por él. Le pellizcó suavemente una de las mejillas y le dijo que estaría bien, que todo estaría bien. Quedaban pocas preguntas y probablemente serian contestadas en Gehenna.