Blue Archive - M.O.T.H.E.R. (Versión en Español) (Volumen 1)

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Una de las pantallas de la portatil estaba siendo llenada con información acerca de lo que había en las capsulas y acerca de la misma I.A. conocida como M.O.T.H.E.R.

—Sensei, no podemos permitir que llegue a las capsulas...

—¿Ah?

—¡No podemos permitir que llegue a las capsulas! —La declaración de Hare en voz alta tomó a las chicas por sorpresa.

Los dedos de la Hacker corrieron por el teclado virtual. Una lucha en la red informática de ese lugar se libró. Hare trataba de deshacer el camino que M.O.T.H.E.R. estaba creando hacia las capsulas. El sudor empezó a correr por la frente de la chica de pelo cano cuando vio que el sistema operativo de su laptop estaba siendo reescrito con un idioma desconocido.

—Es imposible... No podre sola... — Se detuvo un segundo— ¡Sensei! ¿Aún tiene los drones que le di?

—Este es el único que sobrevivió.

—Toque ese botón y conecte el cable de ahí a ese puerto en la máquina. —El sensei hizo tal como le habían pedido— ¡Athena-3, bloquea el avance del invasor! La única opción que tengo es... ¡Demonios! ¡Destruyan las capsulas!

Karin estaba levantando su rifle cuando, liberando niebla, una de las capsulas se abrió. Unos ojos amarillos brillaron. Karin disparó. La siniestra mirada desapareció antes de que la capsula estallara.

—¡Por allá! —Gritó Azusa, disparando.

La niebla se estaba extendiendo. Otra capsula se abrió. Lo que fuera que estuviera entre el humo blanco se movió rápido hasta llegar a Hare y el sensei. Eso que semejaba tener la altura de Karin se volvió tres veces más alto. Teniéndolo tan cerca pudieron ver un robot que imitaba la forma de una criatura fuera de este mundo. Piernas como las del guepardo, brazos largos y gruesos que terminaban en tres puntiagudas pinzas, una enorme cola con una afilada pirámide al final y una cabeza alargada. En la espalda cargaba con un par de miniguns que se desplegaron apuntando al sensei y su alumna. Una lluvia de balas moradas apartó al mecha-morph y despejó un poco la neblina.

—¡¿Están bien?!

La máquina giró hacia Hina y mientras la analizaba, le impactaron más balas provenientes del arma de la presidenta del comité de disciplina. El mecha-morph, era resistente, usó sus ametralladoras mientras la pirámide en la cola se abría. Hina se hizo a un lado a tiempo. Apoyada por Asuna y Azusa iban por el contraataque.

—¡Aléjense de su cola!

La extensa cola fue por ellas. Una luz amarilla brillada entre las tres estacas de acero en las que se había dividido la pirámide. Trató de clavarse en Azusa, pero ella con su fusil lo apartó y alejó.

—¡Esos androides fueron creados para hacer con creces el trabajo de su madre! ¡Pueden robar sus halos casi al contacto! ¡Son los enemigos naturales de las ciudadanas de Kivotos! —Gritaba el sensei en medio de la desesperación.

Al levantar la vista, un androide con la altura de Hifumi, extremidades de águila, cuerpo de mujer y con una máscara en forma de pico en el rostro, volaba hacia el sensei y Hare. Un disparo del Rifle anti-tanque de Karin evitó que los alcanzara. Se alejó y posó sobre uno de las lámparas colgantes soltando un chillido que taladro en los oídos de todos. Sin tiempo para tomarse un respiro, el mecha-morph y la harpía fueron al ataque contra las ocho estudiantes. El sensei cubría a Hare y Karin al sensei.

—Sensei, ¿cuáles son sus órdenes? ¿Qué hacemos?

Explosiones, ruido, gritos, destrucción, humo, vidas, la mente del sensei daba vueltas. Los dos androides con los que se enfrentaban eran artillerías andantes bastante rápidas que no les daban el tiempo de reorganizarse.