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Hifumi corrió a asistir a Azusa. El sensei le dijo que salieran de ahí. El tercer androide se puso de pie de manera extra complicada al estilo de un contorsionista. Karin disparó un par de veces más. El humanoide se deshizo de los ataques golpeándolos con sus navajas. En un parpadeo, la maquina estaba justo enfrente de Karin. Apunta de múltiples disparos, Asuna lo hizo retroceder. Karin se apartó y continuó con el ataque desde más distancia. Las navajas del androide trataban de alcanzar a Zero-One. Pasaban muy de cerca; no la tocaban. El esfuerzo de Nodoka, quien estaba roja y jadeando, era lo que permitía a la maid de ataque mantener el ritmo de combate.

La lucha entre Hare y M.O.T.H.E.R. seguía tan intensa como la de su compañera de Millenium. —Solo un poco más—, era lo que se decía. La chica de cabello blanco tenía los ojos rojos, no parpadeaba y las articulaciones de sus dedos ardían. No podía dejar que ninguna de las acciones de la inteligencia artificial se le escaparan. Vio un mensaje que la pudo hacer dudar de si continuar o no, pero tenía en el pecho y la mente clavada las palabras del sensei. El drone, Athena-3 cayó, Su rostro se fue iluminando. Otra vez no se creía lo que estaba pasando, aun así, no pararía. Llegó el momento en el que todo dependía de presionar la última tecla. Echó un vistazo rápido al mensaje que le había enviado M.O.T.H.E.R.

—Ahora sí, puedo irme en paz—.

Hare presionó el botón.

La luz se fue en bloques por todo el subnivel 2 y al igual en bloques volvió. El mecha-morph dejó de oponer resistencia y el tercer androide se detuvo.

—Ganamos... —Dijo Hare— Volvamos a...

—¡CUIDADO!

La cuchilla bajó hasta clavarse en el suelo. Asuna cayó de rodillas. Se veía muy agotada. Tenía un pequeño corte en el brazo. Un par de luces rojas semejando ojos aparecieron en el rostro del androide. Sacó la cuchilla del suelo. El torso, las extremidades y la cabeza se reajustaron dando vueltas y dejando ir algo de aire comprimido en el proceso. El robot prepara sus navajas para un nuevo ataque contra la maid. Karin le volvía a disparar. El androide volvía a mostrar que podía detener el ataque con sus cuchillas.

—¡Nodoka, Hare, retírense! ¡Hina, Karin, distraigan al androide! ¡Kayoko ayúdame a sacar Asuna de aquí!

El androide no tenía más opción que cubrirse de la lluvia de balas de Hina y retroceder del ataque de Karin. El sensei cargó a Asuna en su espalda. Kayoko lo cubría en caso de alguna represalia. Fueron hasta al ascensor donde las otras esperaban. El sensei preguntó a Hifumi si aún tenía Peroro-granadas. Aun le quedaban tres.

—Salgan de aquí. Espérennos afuera.

—¿No vendrá con nosotras?

—No puedo dejar a dos alumnas que luchan solas.

Se fue hacia la computadora.

Hina y Karin escapaban del androide cubriéndose y atacando entre el área de las capsulas.

—¡Hay que irnos! ¡Rapido! —Las chicas fueron hacia el sensei— Karin, adelántate. Hina, cúbrela.

El sensei permanecía al lado de la presidenta.

—Sensei, debería adelantarse también.

—De ninguna manera te dejaría sola. Ya las puse en demasiado peligro.

El androide caminaba amenazante hacia ellos. Hina no dejaba de disparar.

—Atráelo hacia nosotros. —Dijo el sensei poniendo una mano sobre el hombro de su estudiante para dirigir sus pasos.

Karin ya estaba en el ascensor. Habían llevado al androide hasta donde estaba con Hare.

—¡Hina, vete!

Aunque la jaló y la empujó para que se fuera Hina, permanecía a unos pazos detrás de él. Lanzó la granada con la forma del pollo más popular en Kivotos a los pies del humanoide. Explotó haciéndolo tambalear. No era suficiente para derribarlo. Hubo una segunda explosión más grande provocada por las otras dos granadas que le había dado Hifumi. Como los explosivos no poseían temporizadores o un activador remoto, puso las bombas sobre la computadora de M.O.T.H.E.R. para que al estallar la que el sensei había lanzado, estallaran las que estaban sobre la computadora. Al ritmo del himno de Peroro-sama, el androide cayó bajo una bola de fuego y escombros de la gigantesca computadora. La onda de la explosión hizo caer al representante de S.C.H.A.L.E. sentado. Hina fue a ver si estaba bien.

—Pensé que ya te habías ido...

—¿Qué clase de persona seria si lo dejara solo?...

Ella lo ayudó a ponerse de pie. Se quejó al hacerlo.

—¿Esta bien?

—Creo que me lastime el tobillo.

—Déjeme cargarlo.

—No hace falta puedo...

Trozos de computadora en llamas salieron volando. Como si volviera del infierno, el androide se levantó. Su coraza metallica estaba al rojo vivo. El sensei cayó. El androide estaba por clavar su cuchilla en él. Hina lo bloqueó con su arma y disparó. El androide retrocedió moviendo las cuchillas al azar. Hina recibió un corte. La presidenta del Prefect Team cayó de rodillas. De pronto, el arma le pesaba y se sentía con fiebre. El robot se estabilizó y fue hacia a ella. Le iba a dar el golpe final. El sensei se interpuso. Entre la cuchilla y el dorso de la mano del educador, un escudo apareció. Él se había puesto el guante negro de costuras azules que Utaha le había dado.

Blue Archive - M.O.T.H.E.R. (Versión en Español) (Volumen 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora