Es así de simple, el cáliz de la vida escondido de nuestros ojos, viéndolo, no lo vemos, puesto que no comprendemos el sentido de la vida, por lo cual, nos toca darle razones, casi siempre incorrectas, porque aspiramos lujos y gloria y cuando le alcanzamos, nos damos cuenta de que eso no era; no había que mirar hacia fuera, simplemente hay que vivir los momentos; ya que la gloriosa vida fue depositado en una copa simple; de cubierta frágil, pero perceptible, con destacados sistemas sensoriales que identifican todo y se autorregeneran; una mezcla perfecta, entre arte y tecnología; la cual no valoramos.
Los dos guardianes que velan en sus puertas, por el cual se deslizan los espectros de luz, nos mantienen con una completa visión externa; ¡Si lograras ver lo maravillos@ que eres!; ¡Eres simplemente perfect@!; ¡Lastimosamente no puedes ver lo que veo en ti!; ha sido escondido en nosotr@s y de nosotr@s; aunque ya estamos en el tiempo donde se comprenden todas las cosas y esta no es la excepción.
¿Sería obsceno, de mi parte, decir abiertamente que somos el cáliz de la vida?, ya que algunas personas se ofenden, puesto que se sienten indignos y buscan en divinidades lo que se encuentran en ell@s mism@s.
¿Por qué es tan difícil reconocer que somos acreedores de la vida?, ya se ha comprobado y aun así, no digerimos, que la felicidad y la vida, que tanto anhelamos y buscamos en otras partes, se encuentra en nosotr@s; bien lo dice el refrán: "¡NO HAY PEOR CIEGO, QUE EL QUE NO QUIERE VER!"; Puesto que aun viendo esta realidad irrefutable, nos da miedo romper los grilletes ideológicos, que viene arrastrando la humanidad, desde hace unos cuantos milenios.
El efecto que puede tener mi vida, dentro de otras vidas, es lo que debo cuidar; debemos generar bien y no mal, es mi criterio; cuidar nuestro entorno, es cuidarnos a nosotr@s mism@s y viceversa; el respeto hacia los diferentes ecosistemas, es vital para la vida, como por ejemplo: El agua; es necesaria para la vida, pero sí una sábila, se excede de la misma, se pudre; mientras que el arroz, sin agua, no se da. Por ello, debemos respetar las diferencias en todo el aspecto de la vida.
Algunos piensan que estoy perdido, mientras que yo estoy medianamente convencido de que me he encontrado; por supuesto, no soy dueño de la vida, solo un simple administrador, que se le dio potestad sobre esta pequeña porción, que pertenece a un ecosistema mucho mayor; que claro esta, algun@s le llaman Dios.
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Mi herencia
Short StoryMi herencia, es un conjunto de análisis critico de la vida cotidiana y diversos temas, donde expreso mi criterio y algunos consejos; que estoy seguro: ¡TE AYUDARAN A BIEN!