Como azúcar al café

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Como azúcar al café, es el acero y el cristal para el baño; el ocio al flojo y la lujuria al vago.
Destructora de sueños es la pereza, no hay aspiraciones que no neutralice; su resultado, siempre será la pobreza.
El flojo, padecerá necesidad y el vago, perderá sus riquezas.
No hay riqueza más grande que el tiempo, representante de la vida misma; el que lee y aprende, no pierde su tiempo, pero el que práctica lo aprendido, tendrá larga vida.

Mi herenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora