Bailando con el diablo

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Se dice: que cuando la vida florece, comienza el baile con el diablo; algunos van a su son, arrastrados por emociones, haciendo lo que el instinto diga a sus corazones, sin importar si hacen daño a las personas que aman, porque tienen en su ser, esa melodía extraña.
 La misma que les impulsa y no les deja parar, porque seguro que esta pieza sienten deber terminar, aunque no es más que un arma, del manipulador satanás.
  La pista está bien caliente y las personas no sienten que se les va la vida, en este baile atrós de maldades y rencillas, no logrando comprender quien es la compañía, pues se está distraído en el compás del día a día.
 Los capullos gestados que no saben donde van, son almas inocentes que se dejan influenciar, por la melodía y el ritmo o el son que le toque la vida, y aunque no son almas perdidas, son vidas que quieren bailar.
Cuando comienza el baile todo es bello y hermoso, afloran las emociones, se hacen presentes sonrojos; se actúa por instinto casi como animales, seguro que los detalles no los compartes con nadie, aunque esos recuerdos te hicieron sentir viv@, pasaron a ser parte de ese tesoro escondido.
Luego, con más confianza te abres espacio en la pista, comienza; la competencia de quien lleva la rima, resulta que cuando mejor te mueves y mejor llevas la melodía, es cuando se te está preparando nuevas lecciones de vida.
La mayoría de la gente no entiende los algoritmos y continúan bailando mientras se atan por sí mismos, de una forma peculiar o de una manera extraña, pues algunos se guían por sus bajos instintos.
Si viésemos que los más extraños seres, son los que se resisten, parecen con pies de plomo, o es una extraña templanza, la que no les deja bailar como bailan las masas.
Si los ojos se abrieran los torpes serían los sanos, y fuesen más populares los que se resisten al diablo, digámosle no a lo malo, hagamos lo que es correcto, recuperemos valores y los principios perdidos, mostremos que aún hay luz para mirarle la cara, y así poder discernir con quién es que se baila, allí no te irás a ciegas, seguro podrás elegir, seguir bailando con el diablo o seguir en pos de mí.

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