Estábamos todas esperando a los chicos fuera y una de ellas, rubia muy guapa, se acercó y me agarró del brazo sonriendo.
Se llamaba Anna Lewandowska, también conocida como la mujer de Lewandowski.
Me contó muchas cosas y me hizo reír con su intento de hablar al 100% español.
Los chicos salieron y Gavi se acercó a mí y puso uno de sus brazos por encima de mis hombros.
Llegamos al coche de Pedri que era el que iba a llevarnos a casa esta vez.
Pusieron canciones y yo iba tarareando mientras les escuchaba hablar de una canción de Quevedo.
– Está muy bien, pero sabes que Punto G está mejor.
– ¿Me estás diciendo que esa es mejor que Sin Señal?
– Pedri, son gustos, no empieces con la charla educativa de Quevedo, por favor.
– No, hagamos algo mejor– Pedri miró por el retrovisor y me miró. – Leah, desempata, prefieres la mía o la de Gavi.
Lo miré a través del espejo y cogí aire pensando.
Ambas eran muy buenas, pero yo lo tenía muy claro.
– Piel de cordero sin duda.
Ambos me miraron y empecé a reírme.
– Esta chica me cae bien– declaró Pedri.
La primera parada fue mi casa, así que me despedí de ambos con la mano, salí del coche y justo cuando iba a cerrar la puerta escuché que me llamaban.
Me giré y descubrí que Gavi estaba mirándome.
– ¿Vendrás mañana al partido verdad?
– Claro, a saber que podría pasarme si me niego.
Gavi me sonrió, abrió su bolsa de deporte y me tiró algo suavemente.
Lo cogí estirándolo y pude leer "Gavi, 30"
– Espero verte con ella puesta pequeña– sonrió mirándome.
Me sonrojé, asentí y cerré yéndome corriendo hasta la puerta de mi casa.
Aquella noche me dormí pensando en que él estaba aquí, conmigo.
– Jamás creí que vería esto.
Miré a Sira a través del espejo de mi habitación. Había venido a prepararse conmigo y ahora le tocaba esperarme.
– ¿El qué?– me corregí un poco el pintalabios, me giré y cogí el bolso.
– Verte venir a ver otro partido del Barça y encima con una camiseta de uno de los jugadores, espera– sacó su móvil y me hizo una fotografía. – Pienso enseñársela a tu padre.
– Ni de coña, ¿quieres matarlo de un ictus?
Cuando llegamos al Camp Nou estaba igual de lleno que la última vez, entramos gracias a los pases VIP que Ferrán le había dado a Sira esa mañana y nos sentamos en el palco.
No estábamos muy lejos de ellos y pudimos verles salir a calentar.
Sira se dedicó a hacerme fotos ese día para matar de disgustos a mi padre y subió alguna a sus historias.
El Barça jugaba hoy contra el Sevilla y estaba un poco nerviosa.
Habíamos empezado la segunda mitad del partido y Sira no paraba de despotricar a mi lado, nerviosa.
Unos minutos después Jordi Alba hacia el primer tanto del partido, poniéndonos a todas de pie saltando como locas y aplaudiendo.
Con la euphoria en el cuerpo me quedé de pie en el palco para verlo todo más de cerca.
ESTÁS LEYENDO
𝐑𝐄𝐌𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑 +18 | Pablo Gavi
Novela JuvenilLeah acompaña a su mejor amiga a ver un partido del Barça aún sabiendo que es del Madrid. Lo que ella no sabe es que después de ese partido su mundo va a ponerse patas arriba. ¿Está segura de lo que dice?