Advertencia: contenido 🔞 si no quieres leer, te invito a seguir hasta que acabe esta parte.
Gavi se subió encima de mí y empezó a besar mi cuello como había hecho 5 minutos antes.
– Leah, ¿te he dicho ya cuánto me gustas?– dijo bajando sus besos hasta el borde de la toalla.
Quitó de un tirón la toalla de mi cuerpo y siguió besándome hasta llegar a mi escote.
Yo cerré los ojos preparada para lo que fuera a hacer.Rozó mi pezón derecho con sus labios y luego hizo lo mismo con el izquierdo.
Volvió a subir sus labios hasta mi boca y me besó.Yo correspondí su beso y le agarré la nuca sobándole el pelo.
Dejó mis labios para bajar hasta mi entrepierna y comenzó a besarme con mucha rapidez.
Yo agarré su pelo y tiré con una mano mientras con la otra me tapaba la boca para no gritar.
Al parecer, no estaba agusto con lo que estaba causando en mí y decidió meter dos de sus dedos en mi interior y moverlos rápido.
Yo intentaba aguantar los gemidos, pero fue imposible.
Se levantó dejándome ahí abierta de piernas y con una mano en la boca y se dirigió a su maleta.
Me reí cuando le vi sacar un condón de ella y acercarse a mí dándole vueltas para enseñármelo.
– ¿Estás segura de esto?– se acercó a mí y me miró fijamente.
– Muy segura, Gavi.
No tardo mucho en quitarse la toalla que llevaba mostrándome toda su desnudez y colocarse el condón a una velocidad asombrosa.
Cuando llegó a mí se colocó mientras me miraba y entró en mí mientras me besaba.
Yo acaricié su espalda que seguía mojada de la ducha.
Esperó sin moverse hasta que me acostumbré a su longitud.
– Joder Leah, estás tan cerrada que...– cogió aire y tragó saliva.– Necesito moverme nena.
– Hazlo... Muévete...– dije mientras le peinaba el pelo alborotado.
Siguió mi orden y empezó a moverse a un ritmo lento pero fuerte.
Cada estocada que daba la cargaba de más y más fuerza y yo no podía parar de gemir.Para acallarme besaba mis labios con suavidad y aceleró sus embestidas.
Llegó un punto en el que se movía muy rápido y con fuerza, el pelo le caía por la frente y el sudor resbalaba por esta también.
Su espalda se contraía por la fuerza y la postura y sus brazos se aferraban a mí con fuerza mientras me miraba a los ojos.Lo besé y dejó de moverse.
Cuando iba a preguntar qué ocurría, agarró mi cadera, abrió más mis piernas y las colocó en sus hombros para volver a empezar con ese ritmo.
Tras eso, no tardé ni dos minutos en llegar al orgasmo y él lo hizo también.
Se quitó el condón y se tumbó a mi lado, abrazándome.
Yo me acurruqué en su pecho y cerré los ojos para tranquilizar mi respiración cuando me quedé dormida.
Me desperté arropada con unas sábanas por encima, miré la hora en el reloj y salí corriendo de la cama hacia el baño.
Los chicos entrenaban en media hora y yo no estaba ni arreglada.
Gavi ya se había ido porque iban todos en el autobús del equipo.
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𝐑𝐄𝐌𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑 +18 | Pablo Gavi
Novela JuvenilLeah acompaña a su mejor amiga a ver un partido del Barça aún sabiendo que es del Madrid. Lo que ella no sabe es que después de ese partido su mundo va a ponerse patas arriba. ¿Está segura de lo que dice?