XXXIV

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Narra Gavi

Tras varios meses de sacrificio,esfuerzo y logros agradecí que nos dieran unos días de vacaciones.

El verano había empezado y los entrenamientos eran cada vez más duros. Más de uno había tenido que volver a casa por un golpe de calor.

Estaba haciendo una calor que te morías en Barcelona y quedamos en ir a la playa todos a pasar el día, ya que la última vez que fuimos, no pudimos estar mucho tiempo.

Cuando llegamos a la playa conseguimos poner nuestras cosas juntas y me quité la camiseta, tirarla por ahí y meterme corriendo en el agua.

Cuando llegué a la orilla me paré en seco.

Vi a Balde y a Ansu meterse en el mar de golpe.

Yo me reí y les seguí.

Pedri vino poco después seguido de Ferrán.

Balde y Ansu empezaron a ahogarse mutuamente, mientras que Ferrán salpicaba a Pedri y este último se ponía de espaldas para que no le diese en la cara.

Yo reí mirando la escena y miré hacia nuestras sombrillas.

Leah y Sira estaban en las hamacas bebiendo un poco de vino tinto.

Alguien metió mi cabeza debajo del agua y cuando salí, los ahogué a todos riendo.

Mucha de la gente de allí nos reconoció, así que no se nos hizo raro que nos pidieran fotos y autógrafos.

Creo que ya me había acostumbrado a pasar por aquello, porque siempre sabía lo que iban a decirme después de la foto y el autógrafo.

Después de aquello, la gente pareció dejarnos tranquilos y nosotros pudimos seguir relajándonos.

Estuvimos un buen rato saltando las olas, hasta que algunas nos llevaron por delante debido a su altura y fuerza.

Cuando me salí del mar caminé por la orilla mientras me echaba el pelo hacia atrás.

Llegué hasta las chicas y me sequé un poco bajo la atenta mirada de mi novia.

Le sonreí pícaro.

Si las miradas pudieran hacer algo, ella ya me habría follado 8 veces mínimo.

Aunque podía decir lo mismo.

Estaba preciosa. Como siempre.

Estaba tumbada en la hamaca, con un vestido blanco flojito por encima, sus piernas se me hacían tan irresistibles...

Estaba haciendo mi análisis diario de ella cuando me miró y habló.

- Bueno, ya que vosotros os habéis metido, nos toca a Sira y a mí.- dijo para después levantarse de la hamaca y quitarse el vestido.

Joder. Joder. Joder. Joder.

"Espero que no haya incidentes"

Llevaba un puto bikini blanco, con algunas cadenas en la cintura.

La parte de arriba no tapaba apenas y estaba a punto de darme un puto ataque.

Me miró soltándose el pelo, que cayó sobre su preciosa espalda. Me cogió las gafas del bolso, se las puso y echó a andar hacia el agua.

Me giré y empecé a atragantarme con la saliva.

Tenía el puto culo más redondo y bonito que había visto en mi vida.

"Aunque ya no eres el único que puede verlo"

La vi hablar con los chicos en la orilla.

Pero también vi a Ansu comérsela con los ojos.

"A ese me lo cargo"

Me tumbé en la hamaca sin quitarle los ojos de vista a esa diosa.

Un grupo de chicos pasaron por mi lado y les escuché hablar a la vez que señalaban a mi chica.

- Joder mira como está esa tío. Tiene culo de que no se lo han azotado en la vida.

- Eso va a cambiar.- dijo un rubio.

Me levanté de la hamaca y lo miré.

El rubio se acercó a mi chica para empezar a hablarle.

Ella sonreía y yo estaba empezando a cabrearme.

Balde salió del agua y aproveché para ir a la orilla.

Cuando llegué el rubio miró en mi dirección para volver a mirar a Leah.

Esta tenía las manos en su cadera y se había puesto mis gafas en la cabeza.

Me acerqué a Leah por detrás y le puse las manos en la cintura.

Ella se sobresaltó, pero enseguida apoyó sus manos en mis brazos.

Miré al chico con una sonrisa cínica en mis labios.

"Esta diosa ya está cogida, gilipollas"

- Bueno Leah, me ha encantado hablar contigo. Eres una gran chica.

Miré al rubito con asco y decidí intervenir.

- Nena ¿vienes al agua conmigo?

Ella, tan dulce y bonita como siempre, asintió.

Entonces, delante de aquel pavo, la cogí girándola, le agarré el culo para que él lo viera y la metí en el agua conmigo.

Cuando estuvimos sumergidos me permití sobarle de más el culo.

- Cielo. ¿Estás bien?- dijo ella mirándome.

- Estoy bien. Pero ese tio va a quedarse sin manosear este culo.

- Cariño, solo estaba siendo simpático.

- Simpático una mierda, quería darte.

- ¿Y tú no?- dijo mirándome.

- Yo soy tu novio.

Rió y me abrazó por el cuello, aún en mis brazos.

La sentí acariciar mi espalda y apretar su agarre de las piernas en mi cadera.

- Leah, estoy como una piedra y tenerte aquí con ese jodido bikini puesto va a ponerme peor.

- ¿Necesitas ayuda?- dijo acercándose a mi oído.

Me recorrió un escalofrío y sentí que se me ponía más dura.

- Paso.- dije saliendo con ella en brazos.

- ¿A dónde vamos?

La bajé de mis brazos y llegué hasta las hamacas, cogí las llaves del coche y la llevé conmigo.

Cuando llegué al coche, abrí la puerta de atrás y entré sentándome.

Ella entró en el coche conmigo y se acercó a mis labios para besarme.

Yo correspondí, ansioso de besarla.

Era como una droga, cada vez que ingería más de ella, más se me antojaba y más quería.

𝐑𝐄𝐌𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑 +18 | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora