Encontrarme a Sira y a Gavi en el salón de mi casa no era algo que esperase sinceramente.
Intenté mantener la compostura y me senté al lado de Noa teniendo en frente a Gavi, quien me miraba fijamente.
Era bastante de noche y ya habíamos cenado, así que empecé a bostezar falsamente para poder irme a dormir y que ellos se fuesen.
No era por ser grosera, pero no estaba cómoda en esos momentos.
– Bueno chicos, es de noche, ¿vais a quedaros a dormir?
Miré a Noa y la fusilé con la mirada.
Era imposible que pudiesen quedarse a dormir, ya que solo había dos habitaciones.
– No queremos molestaros.– dijo Sira tan amable como siempre.
– Que va. Mira, duermes tú conmigo y Gavi con Leah.
A mí se me fue todo el color de la cara y me levanté para ir a la cocina.
Llené un vaso de agua y me fui a poner el pijama.
Cuando entré en mi habitación Gavi estaba tumbado en mi cama, sin camiseta.
Yo entré y me senté en la cama dándole la espalda, me solté el pelo y me tumbé a su lado aún dándole la espalda.
Todo estaba en silencio y era una de las noches que más a oscuras me encontraba.
– Leah.– dijo susurrando.
Cogí aire y me aclaré la garganta para después hablar.
– Que.
– ¿Qué tal la facultad?
– Bien. Estoy en los exámenes finales, así que no me queda mucho.
– ¿Qué vas a hacer después de la facultad?
– No lo sé. Quizás me quede aquí o puede que me vaya a Cantabria con mi madre. ¿Y tú qué tal?
– Bien. Hemos ganado La Liga, así que tenemos 15 días de vacaciones.
– Me alegro.– solté aire.
Esto estaba siendo de lo más raro.
– ¿Y con Noa?
– Es buena chica. Me cae genial.
– ¿Y Will?
"¿Qué cojones?"
Me giré para mirarle por primera vez en toda la noche.
– ¿En serio Pablo?
– Lo siento. Es que pensaba que tenías algo con ese chico y-
– ¿Crees que podría estar saliendo con alguien 6 meses después de estar contigo?– dije sentándome en la cama.– Él lleva 4 meses tirándome la caña.
Lo vi apretar la mandíbula y lo miré.
– Leah, mírame.
Lo miré a esos ojos castaños que tanto había echado de menos. Seguían teniendo el mismo brillo al mirarme y eso lo único que hacía era volverme el corazón loco.
– ¿Ha hecho al-
Negué rápido y me tumbé mirándole.
– Me ha besado. Pero nada más q-
– Lo mato. Me lo cargo.
– Ey ey Pablo, tranquilo, ¿vale?
Él cogió aire profundamente y entonces empezó a acercarse más a mí.
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𝐑𝐄𝐌𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑 +18 | Pablo Gavi
Novela JuvenilLeah acompaña a su mejor amiga a ver un partido del Barça aún sabiendo que es del Madrid. Lo que ella no sabe es que después de ese partido su mundo va a ponerse patas arriba. ¿Está segura de lo que dice?