Los días en Valencia habían acabado bien después de todo.
Mi nariz volvía a ver la luz y sentía alivio al poder respirar por mis fosas nasales.
Gavi había estado saliendo por mis redes sociales negando autógrafos y fotos.
Iba a matarlo.
Cuando entró por la puerta le tiré un cojín, el cual no se esperó y le pegó en la cara.
Se asustó echándose atrás y después de que el cojín cayese al suelo me miró.
– Joder Leah, que susto me has dado. Pensé que había entrado alguien en casa de nuevo.
Lo miré seria.
– ¿Pasa algo?– dijo agarrando el cojín y caminando hacia mí.
Se acercó hasta mí para besar mis labios, pero giré la cabeza y sus labios acabaron en mi mejilla.
– ¿He hecho algo nena?
Lo miré.
– Cielo, no te enfades y hablemos.– dijo sentándose a mi lado.
– ¿Por qué no estás haciéndote fotos y firmando autógrafos?
Suspiró y cerró los ojos. Sabía que le había pillado.
– Gavi, estoy bien y hoy no iba contigo, podrías haber parado perfectamente.
– Lo sé, pero sinceramente no me apetecía.
– ¿Por?
– No sé, estoy cansado.– dijo tirándose hacia atrás, aterrizando sobre mis piernas.
Acaricié su cabeza, que se encontraba apoyada en mis muslos.
Él cerró los ojos.
– Xavi me ha echado la bronca hoy.– dijo.
– ¿Por qué?
– Porque he mandado un balón fuera y he estado despistado.
Lo miré y él abrió los ojos.
– ¿Necesitas hablar?– dije.
– No sé, siento que no estoy haciéndolo bien.
– Estás loco. Lo haces genial cariño, siempre luchas por los balones, intentas desmarcarte siempre que puedes, peleas por cada balón y sientes los colores. Además, para mí siempre serás el mejor.
– ¿En serio?– dijo mirándome.
– En serio. Siempre vas a ser mi 30 favorito.
Sonrió mirándome y acarició mis piernas.
– Gracias.– dijo mirándome.
Sonreí y le di un beso que correspondió al instante.
– Mi madre va a venir mañana a vernos.– dijo mirándome y jugando con un mechón de mi pelo.
– Me parece genial.
– Puede que venga mi hermana también.
– Me encanta tu hermana.
– A mí no.– dijo riendo.– De pequeña era una tonta. Nunca jugaba conmigo porque estaba ocupada con sus Barbies.
Reí imaginándome a un Gavi pequeño haciendo berrinches porque su hermana no jugaba con él.
– Pero al menos has tenido ese apoyo de hermanos cielo. Yo soy hija única y no he sentido ese cariño jamás.
– Tienes a Sira.– dijo mirándome.
ESTÁS LEYENDO
𝐑𝐄𝐌𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑 +18 | Pablo Gavi
Genç KurguLeah acompaña a su mejor amiga a ver un partido del Barça aún sabiendo que es del Madrid. Lo que ella no sabe es que después de ese partido su mundo va a ponerse patas arriba. ¿Está segura de lo que dice?