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Jeongin sintió cómo el sueño se desvanecía de su cuerpo en un instante.
—Shh, ve a hablar a otro lado, Jeongin —murmuró uno de los chicos, medio adormilado, pidiéndole que bajara la voz.
Aún confundido por la llamada, Jeongin salió del cuarto con pasos apresurados. Afuera, la voz entrecortada de Hyerin lo sacudió.
—Minho... —sollozó Hyerin, haciendo un ruido con la nariz— No sé dónde estoy y... y ellas se fueron...
Jeongin notó que, además de estar borracha, estaba luchando por no romper en llanto. Se pasó la mano libre por el rostro, intentando procesar la situación. Sabía que Hyerin había intentado contactar a Minho, probablemente porque eran bastante cercanos y Minho tenía licencia de conducir.