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OMNISCIENT POVS
Habían pasado tres días desde que Jeongin y Hyerin tuvieron una divertida velada en casa de la menor, tres días desde que el CEO de su empresa había decidido cancelar sus proyectos y tres días desde que Jeongin no le hablaba.
Quería pensar que era por trabajo pero muy en el fondo sabia que Jeongin quizá no le volvería a hablar después de lo sucedido con MinJoon y el pensamiento de arrepentimiento no abandonaba su mente, quizá no debió besarlo, quizá Jeongin se sintió incómodo. No podía parar de sobrepasar las cosas y culpandose una y otra vez por lo que sucedió con MinJoon, tenía demasiados pensamientos autodestructivos y los comentarios en sus últimas publicaciones de Instagram no ayudaban para nada pero no tenía que hacer después de todo estaba sola.
Pensó en que podía hablar con Jay, el jamás le negaría una llamada pero no sentía correcto el contarle sobre Jeongin ni mucho menos preocuparlo por la cancelación de sus proyectos ni hablar de sus padres apenas se enteraba de ellos gracias a Jay, habían pasado una cantidad de meses importantes y ellos seguían sin pronunciarse.
Pensaba que el CEO había sido muy estricto en cuanto a sus castigos pero también sentía que se lo merecía. Debió haber obedecido a MinJoon todo este tiempo después de todo ella pensaba que el solo quería lo mejor para su persona y solo la cuidaba.
Estaba acostada boca arriba en el sofá de la sala de descanso de la empresa pensando en el porqué Jeongin no le hablaba, le daba mil y una vueltas al asunto estaba demasiado confundida y molesta con ella misma.
Su clase de baile había sido cancelada y estaba aburrida, no podía retirase antes ya que sería regañada y eso era lo que menos quería. Normalidad hablaría con alguno de los chicos o jugaría con Felix algún juego desde el teléfono pero como Jeongin ninguno le había hablado desde hace tres días y eso le causaba una ansiedad terrible.
Y así paso la semana entera con sus clases de baile canceladas por el permiso de paternidad de su instructor del cual se entero de casualidad al escuchar hablar a un grupo de chicas en el baño. Estaba agotada mentalmente y más aún sin tener la libertad del desahogarse con sus padres, Jay o sus amigos de los cuales no estaba segura si lo seguían siendo, por lo que el día en el que finalmente tenían que grabar no desaprovechó la oportunidad y obligó a Hyunjin a ir a su camerino y lo encerró por las dudas.
—¿No vas a decir nada?
Hyunjin seguía en silencio y mirando el piso desde que se sentó en el sofá y Hyerin estaba a punto de perder la poca paciencia que tenía.
