𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚇𝚇𝚅𝙸𝙸

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Ron estaba acostado en su cama, se sentía cansado, no había hecho nada ese día, pero por alguna razón sentía que no tenía fuerzas para nada —Ron, ¿vas a ir al partido? No pasa nada si no vas, si no te sientes bien puedes- — El pelirrojo interrumpió a su amigo.

—Harry, estoy de maravilla, iré a ver el partido, estoy bien, quiero verte ganar — Harry le sonrió y salió por la puerta, tenía que apresurarse si quería practicar un poco antes del partido, aunque había personas más felices por el amigo secreto que por el partido.

Ron salió de su habitación y fue a las cocinas por algo de comer, no había vomitado, pero se había sentido horrible, y ahora tenía hambre... Aunque no era algo nuevo —Ron apresurate, llegaremos tarde a ver a Harry jugar

El pelirrojo bajo las escaleras después de tomar su suéter para poder salir con todo el frío que había afuera —¡Weasley! ¡Ron! — Ron escuchó como alguien lo llamaba por atrás, le sorprendió ver a Draco corriendo hacia él.

—¿Iras a ver el partido? Harry me dijo que no te sentías muy bien — Pregunto el rubio mientras esperaba que el Gryffindor se pusiera su suéter —Sí... Iré, no me lo perdería por nada — Draco le sonrió y empezó a caminar a su lado.

No eran los mejores amigos, pero ahora tenían una mejor relación que antes, tiene que aceptar que al principio solo lo hizo por Harry, pero ahora sabía que era mejor de lo que creía, quien sabe, tal vez en algún futuro podrían ser buenos amigos.

Ron miró a Draco y noto algo, pequeño, pero suficiente para hacer que gritara —¡Tienes el rostro pintado! — Draco Malfoy, heredero de la fortuna Malfoy, primogénito de una de las familias más poderosas del mundo Mágico, Hijo de Slytherins y él estando en la casa Slytherin...

Tenía el rostro pintado con los colores de Gryffindor, lo presumía con una gran sonrisa, y no parecía querer arrepentirse —Si, me miro fantástico ¿No crees? — Ron lo miro y sonrió, con que así se miraba una persona enamorada...

Seguro solo eran los efectos secundarios, esperaba no tenerlos también —Sí... Fantástico — Ron rio y siguió caminando hasta llegar al campo de Quidditch, donde a lo lejos logro ver a Harry practicando, le hizo una pequeña seña de que iba a subir y luego empezó a caminar.

Logro ver cómo Malfoy se acercó a Harry y le susurró algo al oído, el pelinegro río y le susurró algo de regreso... Merlín, sí que el amor pegaba fuerte —¡Pecas! — Ron sintió como su corazón paro de latir al escuchar esa hermosa vos a sus espaldas.

—¡B-blaise! — Ron no se volteó, solo continuo viendo a su amigo practicar —¿Qué haces aquí? — Pregunto antes de escuchar una pequeña risa saliendo de los labios del moreno ¿Se estaba burlando de él?

—Supongo que no me has visto, vengo a apoyar a tu equipo — Ron iba a hablar, pero sintió como el moreno pasaba una mano por su cintura... El pelirrojo no pudo hacer otra cosa, lo único que logro fue quitar su mano de ahí rápidamente, mientras se alejaba un poco.

Ron miró aterrado a Blaise, como si lo que había hecho hubiera sido lo peor del mundo —Oh, lo lamento, no sabía que no te gustaba que te abrazaran — El moreno lo miro apenado, ahora se sentía peor.

—¡N-no! Y-yo solo... — Ron sintió su respiración acelerarse, ahora había hecho sentir mal a Blaise, Merlín, todo lo hacía mal... Ron salió corriendo de ahí, sin ver al moreno, no quería verlo... Era patético, con razón su familia lo odiaba.

Ron entró a una clase y se sentó, no hizo nada, solo miro el piso, tampoco pensó en nada, no hasta que habían pasado unos cuantos minutos... Lo primero que hizo fue tocar el lugar donde Blaise había puesto su mano.

¿Qué había sentido? Tal vez había notado lo gordo que estaba... Ron siguió tocando su cintura y su estómago, muchos tal vez dirían que estaban bien, pero Ron no estaba bien, estaba gordo. Gordo comparado con las tantas chicas en Hogwarts que habían estado con Blaise.

Se sentía patético, patético al lado de esas chicas, patético al lado de Harry... Podía hacer muchas cosas, podía llegar a ser el mejor en las clases, podía hacer que el mismísimo Severus Snape le felicitara por su esfuerzo y trabajo, pero nada servía.

Cada cosa que hacía lo hacía patético, su esfuerzo, sus lágrimas, sus opiniones, todo de él era patético, y ahora lo era aún más, había arruinado un momento en el que pudo hablar con Blaise... Empezaba a no querer dar ningún regalo.

Pero no, le había prometido a Harry dar el regalo, era posible que no le gustará, era algo tan patético, pero no podía hacer nada al respecto, ya lo tenía, y ahora solo tenía que suplicar por que el tiempo para y le diera más tiempo, pero así no funcionaban las cosas...

Y hablando de tiempo... Si no se iba ya llegaría tarde al partido de su amigo —Mierda — Ron salió y empezó a caminar hacia el estadio de Quidditch, iba a ir, ver a Harry jugar, y tal vez... Muy tal vez, se disculparía con Blaise por hacer lo que hizo.




°°°¡Hola! Espero que hayan tenido una bella semana, perdón por no actualizar tanto, pero no me ha dado tiempo, espero que les haya gustado el capítulo°°°

•881 palabras•

•24-03-2023•

Amigo Secreto  |Blairon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora