𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚇𝚇𝚇

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El Gran Comedor era un desorden, todos hablando, apostando quien recibiría el regalo más grande, incluso había personas apostando quien recibiría el más pequeño o el más costoso, los elfos domésticos se estaban encargando de llevar los regalos a los dueños para poder cambiarlos.

Ron estaba muy nervioso, a lo lejos pudo ver a Zabini con un regalo enorme que seguramente era el doble de bueno que el suyo, y tal vez esperaba algo mejor, él solo tenía una cosa, pequeña y de alguna manera costosa, pero comparado con lo que todos tenían era terrible.

Harry tenía una caja aceptablemente grande, costosa, y bonita, sí, sabía que había dicho que no importaba lo que te regalaran, que solo se trataba de divertirse y hacer sentir mejor a otra persona, pero ahora no lo sentía así.

Necesitaba darle algo bueno a Blaise, porque si no lo hacía tal vez se daría cuenta de que ni siquiera puede encontrar un regalo decente, todo el tiempo que hablaron Blaise siempre lograba cambiar el tema.

Siempre lograba hacer que en vez de terminar hablando de Blaise terminaran hablando de él, y era aterrador, de pronto Dumbeldore se levantó de su asiento, haciendo que muchos en el Gran Comedor hicieran silencio y se sentaran.

—Silencio por favor — El resto que aún seguía hablando se calló, era sorprendente su habilidad de hacer que todos hicieran silencio —Sus jefes de casa pasaran dándoles un número, ese será el orden en el que ustedes entregarán los regalos

Al escuchar Ron tuvo la necesidad de cruzar los dedos para que no quedara ni de primero ni de último, todos le ponían atención a esos regalos... McGonagall paso dando los números, a Ron le dio su papel, pero él no quería ver.

Por otro lado Harry abrió su papel al instante, haciendo que este se quemara y saliera el número 12, bueno, ese número no era tan malo —¿No vas a ver tu número? — Pregunto Harry mirando el papel aun en su mano.

—No quiero verlo... — Harry le sonrió y tomo el papel —¡No! — El pelirrojo le quito el papel antes de que Harry pudiera verlo —Bien, entonces miralo — Ron rodó los ojos para luego abrir el papel lentamente.

Este se quemó y salió el número... No era el peor número que pudo haber salido, 26... De todas las personas que se habían ido solo habían quedado 53 más los profesores, Ron sonrió y suspiro aliviado para luego esconder su cabeza en sus brazos cuando se sentó.

Bueno, no había tenido tan mala suerte, pero en realidad no planeaba ponerle atención, o eso planeaba antes de escuchar quien era el número 1 —Draco Malfoy — La profesora dijo el nombre del rubio haciendo que este se levantara y fuera directo hacia ellos.

—Harry, esto es para ti — El Gran Comedor estaba en silencio, después de todo nadie había notado ese pequeño acercamiento que el rubio y el-niño-que-vivió tuvieron ese tiempo de espera para el juego.

Harry se levantó y tomo el regalo —Gracias, Draco, eres el mejor — El pelinegro se acercó más al rubio y lo abrazo —Lo sé, gracias — Se escuchó una pequeña risa por parte de Harry y luego sucedió lo inesperado.

Draco tomo la barbilla de Harry y lo beso, el pelinegro abrió los ojos sorprendido y le correspondió el beso, incluso se pudo notar la sorpresa en los ojos de McGonagall y como Snape cerraba los ojos avergonzado.

El rubio tomo la cintura de Harry y profundizo el beso un poco, incluso Ron se sorprendió, pero no pudo evitar que una pequeña risa saliera de sus labios al ver como Harry cerraba los ojos, de pronto se separaron.

—Harry, sé que no hemos hablado por mucho tiempo, pero, me gustas — La sonrisa de Harry era increíblemente grande, Ron se alegró, muy pocas veces había visto a su amigo así de feliz —Y quería saber si querrías salir conmigo

Amigo Secreto  |Blairon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora