BUSCANDO EL AMOR VERDADERO (Juan Pablo Villamil- Morat)

2.

Mantente alejado de aquellas personas que tratan de menospreciar tus ambiciones. Las personas pequeñas siempre lo hacen, pero los verdaderamente grandes hacen sentirte que tú también puedes ser grande 

– Mark Twain

17 de agosto 2018

ANA SOFÍA

Me encuentro grabando una nueva película que saldrá en aproximadamente seis meses, estoy cansada por lo cual me siento al lado de la silla de mi actual director de escena Ángel Santamaria, esto al momento en el que nos permite tomar un descanso de diez minutos antes de regresar a rodar nuevamente la escena que llevamos repitiendo desde hace casi 2 horas, he estado bastante atareada con los guiones que debo aprenderme, sin contar que me he peleado por milésima vez en los cuatro años que llevamos David y mi persona saliendo como pareja, por lo cual no puedo concentrarme del todo, últimamente ha sido así, pero intento distraer mi cabeza de todas las cosas que me rodean, el papel que interpreto necesita toda mi atención. Al momento en el que al fin podemos pasar de esa pesada escena que tanto nos atrasó, veo detrás de mí a una de las asistentes de producción, la cual tiene en sus manos mi teléfono y me hace señas para que vuelva a visualizar a mi director, quien está con los dedos masajeando su cabeza.

Ángel- Calla ese maldito teléfono Ana- me grita el director- si no fuera porque llevamos muchas escenas grabadas y no tenemos mucho tiempo, tu estarías afuera del proyecto.

Ana Sofía- Lo siento señor, no volverá a pasar- conteste a sus gritos después de tomar mi teléfono.

No podía creer que tuviera cuatro llamadas perdidas de ese maldito número, David estaba colmando mi paciencia, él sabía que no contestaba ni mensajes y mucho menos llamadas cuando estaba en el set de grabación, algo que le había avisado en horas de la mañana. No tuve más que hacer que apagar el aparato y entregárselo a Mireya, la asistente de producción y mi compañera de apartamento aquí en Los Ángeles.

Ana Sofía- Si te llega a llamar a tu número, no se te ocurra contestar por favor Mire- le dije viéndola con una súplica en los ojos- él debe entender que yo también tengo trabajo que hacer, ahora debo continuar rodando la siguiente escena, sino Ángel nos va a colgar a ambas del edificio más alto que encuentre- me gire después de ver la confirmación por parte de mi roomie.

Seis horas después de esa interrupción se terminó el llamado, era pasada la media noche cuando quise irme a mi apartamento, sin antes ser interrumpida por mi querido director (léase como sarcasmo), sabía que me pondría un ultimátum por lo que había sucedido, no era la primera vez que me llamaba la atención, la primera fue al no llegar a un llamado inesperado en las primeras semanas de rodaje, por más que le intente explicar que había existido un altercado cerca del apartamento en donde vivo con Mireya y que la zona estaba llena de patrullas que prohibían el paso del auto de mi compañera de piso, me dio el regaño más largo de mi vida. Cuarenta minutos después estaba frente a la puerta de mi hogar, estaba cansada de todo lo que había sucedido en todo el día, la reunión no fue nada grata, había tenido que pagar un monto como amonestación, sin contar la última advertencia por parte de Ángel, por otra parte, no quería encender todavía mi teléfono, pues sabía que al menos veinte llamadas de mi pareja debía tener en mi buzón de voz.

18 de agosto 2018

A la mañana siguiente un poco más descansada y con algo de tiempo antes de irme a trabajar, me dispongo a encender el aparato telefónico del cual aparecen treinta y cinco llamadas perdidas, tres de ellas eran de mi querida amiga Nath, dos del teléfono de Diego, tres de Jorge, cuatro de Dannita y el resto de mi intenso novio, por lo cual antes de que me volviera loca, me dispuse a llamarlo.