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Discutir y arreglarnos cada dos días, no era amor.

Por lo menos lo entendí, tarde, pero lo hice.

24 de diciembre 2020

DAVID GONZÁLEZ

Hace tres meses se fue mi "novia" a Colombia, al parecer le está yendo bien en su nuevo trabajo, hablamos no tan seguido, pues su jornada laboral la consume como siempre, comienzo a estresarme bastante con la manera en que esta nuestra relación, cualquiera que me pregunte en este instante como estoy con mi pareja, la verdad le podría decir que es una relación de dos desconocidos, eso es lo que parece a simple vista, la única situación actualmente que conocemos ambos es lo relacionado con Rulés.

Diego y Jorge regresaron dos días antes y yo cuatro semanas después de que ella se fuera, pase a casa de los chicos por Bruno, ellos se habían ofrecido a cuidarlo cada que alguno de nosotros saliera de viaje. Llegando a casa pude notar todo el desorden que tenía Ana en el sótano, el cual se había convertido en su espacio de ensayo por decisión de los dos, levante los cables para colocarlos en el escritorio, nos gustaba mantener todo en orden y al menos por esta vez no respeto lo que se había acordado, pero no tenía ganas de pelear, así como a ella le molestaba, a mí también me comenzaba a cansar, preferí evitar otra discusión más.

Al no poder salir como acostumbraba, la mayoría del tiempo tengo instalada a mi mejor amiga en la casa, Denisse me acompañaba mientras edito los videos y en algunas ocasiones me ayuda como asistente cuando viajo a la casa Ruler, de esa manera Diego a comenzado a aceptarla sin tantos problemas, aunque no del todo, su lealtad- hermandad hacia "mi novia" producía pequeñas discusiones entre nosotros tres, pues a Jorge también le agrada; ha sido un peso un apoyo constante para no sentirme tan solo.

Llego navidad y se sentía la ausencia de Ana, me molestaba que no estuviera con mi hermano y conmigo en estas fechas tan importantes, pensé que su estancia en Colombia seria pequeña, pero desgraciadamente me equivoque. Tome mi teléfono y marque su número, tres timbres sin resultado, a la cuarta llamada logre escuchar su voz.

ANA SOFÍA

Estoy cocinando algunas cosas para poder comer con la familia de Isa, quiero darles algo como agradecimiento por dejarme estas semanas con ellos, estoy cortando algunas verduras para realizar mi especialidad o una de las únicas comidas que me salen a la perfección, ensalada cesar; en el camino escucho el celular, pero no veo quien llama.

Ana Sofía_ Bueno- coloco el teléfono entre mi oído y mi hombro- ¿Quién habla?

David_ Como que quien habla Ana- no puedo creer que apenas comience la llamada y ya este retándome- tantos meses en Colombia hicieron que se olvidará que tiene novio.

Ana Sofía_ No, solo que no vi el nombre en el identificador de llamadas- bufé fastidiada - perdón por estar ocupada y no fijarme en mi teléfono para saber quién me marca- me estaba hartando- ¿Qué necesitas?

David_ Necesito saber cómo para cuando vuelve- mencionó enojado- o piensa vivir allá por siempre, esta es una fecha que la pasamos juntos Ana Sofía y México brilla por su ausencia.

Ana Sofía_ No puedo salir del país David- escuché algo quebrarse a mi lado- auch... mierda- Isaza dejo caer el tazón de vidrio en donde estaba revolviendo los ingredientes, entre dientes me pide disculpas y sale de la cocina buscando el botiquín, se cortó un poco la mano.

David_ ¿Con quién esta?- pregunta alterado- ¿No que vive sola?¿ O por eso no puede viajar de regreso a SU país?

Ana Sofía_ No comiences de nuevo González- mi paciencia estaba al límite- estoy en casa de Isaza porque tuve un problema con el departamento en donde me estaba quedando y desgraciadamente mi pasaporte se venció, además de que sabes que estoy trabajando con él, así que no comience con su escena de celos o lo que sea que quiera hacer.

BUSCANDO EL AMOR VERDADERO (Juan Pablo Villamil- Morat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora