Lara y Gavi son amigos desde que él llego a Barcelona. Su amistad es un poco extraña, suelen discutir mucho, literal por la minima cosa como respirar cerca del otro; sin embargo, no pueden estar mucho tiempo separados, ambos se necesitan mutuamente...
Samu hizo una mueca de tristeza ante mi tono de voz, se ponía sensible si le hablaban fuerte, traumas que le ha dejado su padre.
-Lara...-intento hablar Samu.
-Es que tu padre va a matarte a ti y luego me matará a mi por traerte aquí.
Me tape la cara con ambas manos con ganas de querer llorar. Samu se acerco a mi y me rodeo con ambos brazos tratando de calmarme.
-Lara, se que no estas así por que me quedo en Madrid. ¿Qué te a hecho tu madre esta vez?
Me solte a llorar. Él me conocía muy bien. Y no era menos, nos conocíamos desde que el y su Padre se mudaron a Barcelona, hqce ya unos cuentos años.
-Es que ha sido lo mismo de siempre-sobí mis mocos y limpie mis lagrimas con la manga de mi suéter-. Me ha insinuado que soy una zorra, como siempre que me ve.
No seguimos hablando mucho del tema. Yo odiaba hablar de mi madre y Samuél solía respetar mucho mis silencios.
Ahora, me encontraba cenando con Samuél y su madre, amboa eran muy majos la verdad. Me quedaría a dormir ahí hoy y luego, por la mañana, partiría a Barcelona.
-Puedes quedarte en esta habitación-Samu colocó sabanas nuevas y me dio varias cosas de aseo personal.
-Gracias-deje la frase en el aire unos segundos antes de volver a hablar-. ¿En serio no regresaras a Barcelona conmigo?
-Sabes que no, Lara-hizo una pausa para tragar saliva-. No puedo seguir en esa carrera o viviendo con mi padre. Me quedaré aquí en Madrid y empezaré de 0 con mamá.
No dije nada, no podía. Sabía que él necesitaba esto y yo no iba a detenerlo, jamás lo haría.
Samu me dedico una mirada un poco triste y amtes de irse me dio un beso en la frente murmurando un buenas noches.
Me quede en completo silencio, con el corazón en la mano y unas inmensas hanas de llorar. Sin pensar muy bien en lo que hacía, saque mi móvil y marque el número de papá. Necesitaba hablar urgente con el.
-¿Cómo estas, cielo?-la voz de papá logro tranquilizarme tanto que por un mento me sentí en casa.
-Papá...-deje la frase en el aire cuando un nudo se volvió a formar en mi garganta haciendome llorar.
-¿Lara, amor, qué te pasa?, ¿tu madre te ha hecho algo?-papá sonaba tan preocupado que me sentí mal por molestarlo por una tontería.
-No, no es nada solo...-volví a llorar fuertemente sin poder controlarme.
-Dios mío, Lara, ¿quieres que vaya a por ti a Madrid? Puedo salir en este momento-guerde silencio aun tratando se controlar el llanto mientras papá suspiraba-. ¿Qué te ha dicho esa loca, cielo?
-A... a insinuado que... que soy una zorra, papá y me ha dicho cosas tan feas-papá suspiro cansado.
-Por eso no me gusta que vayas a verla, siempre tiene algo malo que decir de los demás; es por eso que lo dejamos, porque no es capaz ni de reapetar a su propia hija.
-Papá me siento tan humillda, ¿deverdad soy una zorra? Es decir, me gusta salir de fiesta, pero no creo que sea para tanto, eso no me hace una zorra, ¿cierto?-mi voz salía tan desesperada por una respuesta, una respuesta que no era para nada necesaria.
-Lara, por supuesto que no lo eres-me afirmo en seguida con voz suave-. Solo son cosas de tu madre que no es capaz de admitir las cosas que ella hace y por eso lo refleja en otras personas. Solo no le tomes importancia. ¿Fuiste a un hotel o algo?
Le dije que si con tal dr no rebelar la mini aventura que había tenido con Samu al irnos así de Barcelona.
De mi seguían saliendo pequeños sollosos y papá solo trataba de calmarme.
-Por ciero, Gavi a seguido llamando como loco, incluso Pedri a llamado más de cinco veces-¿Pedri llamando? Esto era algo de no creerse-. Deberías llamarlos, no se que esta pasando entre ustedes, pero estan muy preocupados por ti.
Colgué la llamada con papá tras una charla miy emotiva y tras decirle que llamaría a los chicos para que estuviese tranquilo. Aun que no sabía si quería llamarlos. Lo pense por mucho tiempo, tando que dieron las 12 de la noche. ¿Sería muy tarde para llamar?
Cogí el móvil y abrí el chat de Pedro, al instante empezarón a llegarme los cientos de mensajes que me había enviado por dos semanas. Joder, si que eran muchos. No me detuve a leer ninguno y lo llame.
-¿Se puede saber por qué coño desapareces por dos semanas? o ¿por qué no estas en casa y tu padre nos ha dicho que te has fugado a casa de tu madre en Sevilla?
Pedro hablaba tan molesto que debo admitir que me dio un poco de miedo, pero tampoco dejaría que él lo supiese.
-Pues no, no puedes saber.
Escuche un sonoro suspiro de Pedri. Le había irritado. Vale, apuntado. Lara 1-0 Pedro.
-Joder, Lara ¿es que te piensas que no estabamos preocupados? A Gavi casi le da un infarto cuando tu padre le dijo que no sabía donde estabas.
-¿Por qué siempre Gavi es el centro de nuestras charlas?-rode los ojos momesta-. Siempre tratas de que me sienta mal por hacer sentir mal a Gavi. ¿Por qué nunca te preocupas en que yo me sienta bien cuando Gavi me hace daño?
-¿En serio me saldras con eso en este momento?
-Pues si. Siempre es lo mismo: pobre Gavi, Lara, deja de ser pesada con el; Lara, entiendeló un poco más; Gavi esta mal por que Lara ha salido, Lara no salgas; Gavi quiere que duermas en casa, Lara, dormiras en casa-imite su voz y admito que la exagere mucho más-. ¿Por qué siempre tenéis que apoyarlo a él?, ¿por qué siempre me obligáis a hacer cosas que Gavi quiere? Es como si yo no fuera también su jodida amiga y no tuviera opinión sobre mi misma.
-Lara, es que no lo entenderías-habló entre dientes.
Su voz me parecía tan irritante en estos momentos.
-¿Qué no lo entendería?-reí sin ningún tipo de gracia-. Pues no, nunca voy a entender por que todos sóis tan gilipollas conmigo.
-¿Podrías... podrías solo llamarlo? Esta muy preocupado.
¿Pero este no acaba de escuchar todo lo que le dije? Que puto asco, nunca me hacen caso. Y claro que no quería llamarlo, estoy cabreada.
-Pues no quiero hacerlo. Que le den.
Y corte la llamada.
Al instante entre al chat de Gavi solo para ver los miles de mensajes que seguramente me habría mandado. Juro que el móvil casi deja de funcionatme por tantos mensajes.
Y aun así, viendo los cientos de mensajes, no pensaba llamarle. Que le den.
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