11-Chisme II

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Abrí los ojos lentamente al sentir que alguien me sarandeaba un poco por el brazo

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Abrí los ojos lentamente al sentir que alguien me sarandeaba un poco por el brazo. Era Pablo. Estaba acostado a mi lado, con una sonrisa de lado en cara y el pelo completamente alborotado. Sonreí un poco acercandome más a el hasta quedar justo debajo para dejar que me abrazara.

-¿Haz dormido bien?-su voz era tan profunda por las mañanas que me estremecí al oirla.

-Tu cama es la cama más comoda en la que he dormido en mi vida. Claro que dormi bien.

Sonreí radiante, pero algo dentro de mi me dijo que él no hacía lo mismo. Lo vi de reojo y lo vi frunciendo el cejo. Vaya bipolaridad de mierda.

-¿Haz dormido en muchas camas, Lara?-enarco una ceja tensando la mandibula.

¿En serio haría esta a buenas 8 de la mañana un Sabado?

Puse los ojos en blanco y lo aparte para levantarme de la cama. Fuí directo al baño, no podía discutir sin antes haberme duchado. Escuche sus pasos siguiendome, pero no me detuve, ni cerre con pasador. Me metí a la ducha y deje que el agua corriera por todo mi cuerpo.

Tiempo después, sentí su presencia a mi lado en la ducha. No me incomodaba, creo que sería muy estupido que me incomodará que me viera desnuda.

Tampoco me sentí incomoda cuando empezó a rodearme la cintura con sus brazos y a pasar sus manos por toda mi anatomía. Había descubierto lo mucho que me gustaba que Pablo me tocara. Era la mejor sensación del mundo.

-¿Quieres otro round, Larita?-habló con voz profunda y grave.

Clavo sus dedos al rededor de mis caderas y pego su naríz a mi cuello rozandolo tortuosamente. Me estremecí, era tan placentero tenerlo cerca.

Me gire para tenerlo de frente y lo escaneé de arriba a bajo sin ningún tipo de vergüenza.

-Creo que tu lo quieres más, Pablito.-sonreí burlona.

Le hice una señal hacia abajo con el dedo y cuando este noto porqué lo decía enrojeció un poco. Evite partirme de risa, solamente por no cabrearlo en este momento tan delicado, y me acerque para unir nuestros labios.

No era un beso muy agrecibo, como los que nos habíamos dado en el transcurso de la noche y madrugada, pero era sexy y lento. Eso solo me hizo apretar un poco las piernas y cogerlo mejor de los brazos.

No tardó mucho en cargarme y pegarme a la pared mientras yo lo enrollaba con mis piernas. El beso empezó a ser un poco más brusco y necesitado.

-Lara...

~~~>>>

Pablo había tenido que salir a hacer unas cosas con el club y me había dejado sola en casa, bueno, Ferran estaba, pero no había salido de su habitación en toda la mañana. Incluso le hice la merienda y no había querido salir.

Tú y Yo Bajo La Lluvia || Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora