Lara y Gavi son amigos desde que él llego a Barcelona. Su amistad es un poco extraña, suelen discutir mucho, literal por la minima cosa como respirar cerca del otro; sin embargo, no pueden estar mucho tiempo separados, ambos se necesitan mutuamente...
Pedri estaba tan nervioso que temblaba bajo ese enorme abrigo que se había puesto, estaba a su lado mientras Pablo y Ansu se ponían al corriente con sus vidas. Esperabamos a Ferran en la cafetería donde siempre almorzabamos cuando iban por mi a la universidad. Curiosamente, siempre habíamos tenido nuestros mejores momento en este lugar.
—Si sigues temblando pareceras un vibrador.
Reí al ver la cara de horror de Pedri, que se miraba muy pequeña al ser tapada por la capucha de su abrigo. Ni siquiera entendía por que lo llevaba puesto, dentro había calefacción de sobra. Cogí su mano y la acaricie para tratar de calmarlo un poco, a este paso le daría un para cardiaco.
—¿Crees que este molesto conmigo?
Joder, no quería contestar a eso porque la respuesta era más que obvia. Para mi suerte y desgracia de Pedri, Ferran se acerco a nosotros con su típica sonrisa y nos saludo a todos. Sentí como Pedri se puso rígido automaticamente.
—Joder, tiempo sin veros.
Pablo y Ansu abrazaron con total felicidad a Ferran y cuando se apartarón hice lo mismo. Sucedio todo lo contrario con Pedri. Ambos se miraron incomodamente y nada más se hicieron un gesto como saludo. El ambiente estaba tan incomodo que Pablo tuvo que sentarse en medio de ambos.
Las cosas iban medio tensas, pero al menos todos lograbamos disimularlo muy bien. Me dedique a escuchar todo el rato como Ansu hablaba de su nuevo equipo y de lo mucho que estrañaba a todos. Si bien, nunca tuve una relación muy cercana con Ansu si que le quería mucho, era mi amigo y jamás olvidaría que siempre estuvo para mi en el peor momento.
Cenamos, hablamos, reímos; incluso Pedri que estaba que le daba un infarto lo hacía. Al final dejamos de lado todas las diferencias que pudieran existir entre nosotros y casi parecía que habíamos regresado en el tiempo y eramos los mismo de antes solo que con pequeños detalles diferentes: Ferran ahora tenía muchos tatuajes, le cubría casi todo el brado izquierdo, seguro se los había hecho en todo este tiempo sin verlo; Pedri ahora llevaba la barba y vaya que se miraba bien; Ansu había dejado de lado sus trenzas pegadas y ahora llevaba el pelo muy corto; luego estaba Pablo, que no había cambiado mucho fisícamente pero si había cambiado su actitud, ahora era alguien alegre que reía con sus amigos en paz; y por último yo, que pase de tener el pelo largicimo y rizado pase a tenerlo muy corto y lacio. Quizas no eran muchas diferencias, pero definitivamente ya no eramos los mismos de antes.
La cena termino tranquila, sin momentos incomodos o raros. Salimos todos juntos de la cafetería hacia nuestros coches, pero de un momento a otro habías terminado en sub grupos. Ferran y yo, y luego, Ansu, Pedri y Pablo. Observe con desconfianza al trío ese, pero decidí concentrar mi atención en Ferran, quien sabe cuanto tiempo parasaría sin verle.
—Me gusta tu cambio de look—acarició mi cabello mientras sonreía—. Creo que te hace ver más madura.
—¿Si?—mire emocionada mi cabello por lo que Ferran sonrió aun más—. Me gustan mucho tus tatuajes, te hacen ver sexy.
—Bueno, esa es la idea—me sonrió pícaramente y luego se aclaro la garganta un poco ruborizado—. La próxima vez que nos veamos tendremos que hacernos un tatuaje juntos. ¿Qué dices?
—Que me encantaría.
—Por cierto, tu y Gavi...
—Si —asentí sonriente—, lo hemos oficializado y todo con nuestros padres, pero aun no queremos hacerlo con la prensa.
Ferran asintió lento y luego me dio un abrazo que me transmitió paz y seguridad. Joder, extrañaría mucho a este cabrón. Nos separamos y por encíma de mi Ferran observo a los otros tres que estaban tras nosotros. Sus ojos estaban cansados y tristes. Lo entendía, él se había enamorado de Pedri y Pedri se había enamorado de alguien más. Era todo una mierda.
—¿No hablaras con él?—murmuré con miedo de alterarlo—. Creo que necesitan un mejor final.
Ferran parecio pensarselo, pero al final nego con la cabeza.
—No creo que este sea nuestro final, Lara. Pero creo que tampoco tenemos mucho que hablar. Él tomo su decición, ahora yo estoy tomando la mía.
Asentí a regañadientes. Quería que hablaran, que Pedri le dijera todo lo que me había dicho a mi sobre sus sentimientos. Pero no podía obligar a Ferran a que hablara con Pedri y tampoco podía revelar lo que Pedri me había confiado, eso sería entrometerme demasiado. Ni siquiera sabía si Pedri estaba listo.
Llegamos al lado de los demás y Pablo me cogió por la cintura para abrazarme. Escuche risitas de todos, pero los ignoré por la paz de la noche. Me acerqué un poco a Pedri con la intención de convencerle a él de hablar con Ferran.
—¿Por qué no se lo dices?—le susurre mientras Ferran se despedía de Ansu.
—¿Decirle qué a quien?
—Decirle a Ferran sobre tus sentimientos, quizas...
—Lara... —suspiré derrotada. ¿Es que ninguno era capaz de expresarse con el otro o qué?—. No estoy listo, ¿vale?
—Pero, cuando lo estes sera muy tarde y...
—Basta.
Pedri zanjó la conversación por completo y no me quedo más que morderme la lengua. Vaya par de dos.
Nos despedimos con unas cuantas palabras y con un abrazo fuerte entre todos, y cada quien tomo su camino. Menos Pablo y yo, que ahora nuestro camino parecía ser el mismo.
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Ya solo queda el epílogo muchaches. Aunque, por como va la historia supongo que ya deducen el final.
También, estaba pensando sobre el final de Pedri y Ferran. Me preguntaba si debería hacer una historia de ellos, ya varios años después de todo esto. Algo así como una continuación de esta historia. No se si les gustaría, comenten jajajajs.
