15-Problemas en el paraíso II

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Me daba vergüenza ver a Pedro a la cara depués de haber llorado como loca en sus brazos. No solíamos tener ese nivel de intimidad y ahora que por fin habíamos cruzado esa barrera no podía evitar sentirme expusta y vulnerable, eso no me gustaba para nada. Sabía que podía confiar en Pedro, eso era seguro, pero de igual manera detestaba que las personas me vieran debil.

Me removí incomoda en el sofá cuando Pedro me pasó una taza de chocolate caliente para aligerar el ambiente tenso que se había creado a partir de mi ataque de llanto. Vale, estaba tratandome bien, eso era una buena señal.

En mi intento por tratar de fingir que nada había pasado, me detuve a observar todo el lugar, había ido muy pocas veces desde que Pedro se había mudado, en especial porque solía paasar todo su tiempo libre con Janna. Aun que, al parecer, ahora tenía algún tipo de problema con ella, no me la había mencionado en ningún momento y cuando pregunte por ella, él no estaba contento por su mención. Me aclare la garganta, acercandome con cuidado a Pedro.

-¿Tú no piensas contarme qué sucede contigo y con Janna? Si lloras te juro que fingiré que no lo he visto-me atreví a bromear un poco, pero Pedro seguía con la misma cara de enfado-. Vamos, Pedrito, he llorado en tu hombro hace nada, creo que es justo que me lo cuentes.

Pedri pareció aun más irritado por mi actitud, no lo culpana, yo solía ser muy pesada. Se removió incomodo, apartando la mirada. Pense que se quedaría así y no tocaría el tema, pero luego lo escuche suspirar y era el típico suspiro que daba antes de empezar a contarme un chisme.

-Creo que siento demasiadas cosas por Janna, pero siento que ella no siente ni la mitad por mi.

Su voz era pura frustración, sus facciones se tensaban cada vez que hablaba, era curioso verlo así por una chica.

-¿Por qué piensas que Janna no siente lo mismo?-me atreví a preguntar con cautela de no espantarlo y hacer que hablará.

Se detuvo a pensarlo un poco, quizas demasiado, dejo la taza de chocolate calienre a un lado y me miro fijamente, demasiado serio.

-Aplico a una beca y me lo dijo después de que la aceptaran.- mi cara era de confusión absoluta, al verlo siguió hablando-, es que ella no pensaba ni decirmelo, ¿lo entiendes?

>>La beca es algo importante para ella, pero no pensó ni decirmelo. Las cosas importantes se comparten con las personas que quieres, pero ella no lo hizo conmigo, significa que no le importo como ella me importa a mi.

Entendía eso, que él se sintiera de esa manera era completamente aceptable.

-¿Han discutido por eso?

-Algo así.-se recosto en el sofá, subiendo las piernas a la mesita de enfrente-. Le quiero mucho, Lara. No me importa que se vaya, la esperaría el tiempo que sea necesario, pero no soporto no ser alguien importante para ella.

-Quizas si lo eres más de lo que crees, Pedri-enarco una ceja, mirandome con confusión-. Escucha, Janna es una persona muy insegura con sí misma, no creo que lo de no contarte lo haya hecho porqué no le importes, solo es ella siendo ella; con miedos y miles de inseguridades.

>>Se que le quieres, pero se que ella también te quiere. Así que no pierdas tiempo sobrepensando las cosas y estando enfadado, ve con ella, claren lo que ambos sientes y disfruten el tiempo que les quede juntos.

Pedri me miraba dubitativamente, perdido en sus pensamientos y analizando todo. Poco después se acerco más a mi y trás dudarlo un poco me abrazó. Era un abrazo cargado de sentimientos, donde ambos nos sentíamos comodos y seguros. No sabía en que momento Pedri y yo nos habíamos hecho así de cercanos como para ser el confidente del otro, pero me gustaba mucho y quería seguir así.

Tú y Yo Bajo La Lluvia || Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora