Quédate conmigo (QC) ||PAUSADA||

Capitulo 33

Había pasado una semana más de lo ocurrido con Aidan.

Me encontraba en su habitación del hospital rezando hacia la Quibla. Estaba llorando y haciendo un dua , que es como una suplica a Allah para que Aidan se mejorara lo antes posible. 

Justo cuando terminé de rezar y estaba doblando la alfombra de rezo, alguien llamó a la puerta para luego abrirse lentamente dejando ver a Silas con una sonrisa triste.

—Pasa —le dije sonriendo.

Entró a la habitación acercándose lentamente a la cama de Aidan con una bolsa de plástico en la mano y se detuvo a los pies de su cama observándole por unos segundos.

No era la primera vez que venía. Al segundo día del accidente de Aidan, cuando Silas se enteró, estuvo viniendo a verle TODOS los días. 

Los padres de Aidan se retrasaron una semana porque les había surgido un problema con el vuelo. Por eso, la mitad del F30, el grupo de Aidan y yo nos turnábamos para quedar con él y no dejarle solo. Nunca se sabría cuando despertaría.

—¿Cómo te encuentras? — preguntó dirigiéndose hacia el sofá que había en la habitación para sentarse.

—Bien — respondí acercándome al sofá para sentarme enfrente de él — Supongo — terminé por decir, dejando la alfombra de rezo sobre la mesa de cristal que nos separaba, al lado de la bolsa que él segundos antes dejó.

Silas se inclinó un poco, apoyando sus brazos en las rodillas y entrelazando las manos entre ellas mientras que me observaba fijamente con una expresión sería.

—¿Sabes que a Aidan no le gustaría verte de esa manera? — preguntó alzando una ceja—Pareces una zombi.

No sabía que decir así que solo añadí con una sonrisa triste : —Gracias.

—Te he traído tu comida favorita — dijo entregándome la bolsa que estaba en la mesa — Bulgogi.

—Gracias — murmuré — Pero...no hacia falta, no tengo hambre.

—Aliza...

—Silas, de verdad, no tengo hambre — ver a Aidan de esa forma me mataba el apetito — Te agradezco mucho por preocuparte per...

—No has desayunado — me interrumpió — Y si no comes ahora, te puedes marear. ¿Acaso no aprendiste la lección la ultima vez?

Cuando iba con él a Sutton Coldfield College, y me estaba pasando lo de Luis, en uno de esos días dejé de comer y tampoco había desayunado. Por lo tanto, cuando estaba en unas practicas, me desmayé...y en los siguientes días al menos comía lo suficiente para que no me volviera a pasar lo mismo y para no recibir la bronca del director por  haber hecho las practicas con el estomago vació.

—Comeré... después.

—Ahora mismo, delante de mi — ordenó.

—Sil...

—Ahora — volvió a interrumpir y al ver la mirada que me había echado, opté por estar callada y abrí la bolsa, comenzando a comer.

Silas soltó un suspiró y se hecho atrás apoyando su espalda en el respaldo del sofá — Salma me contó que tienes una excursión en unos días con nuestra universidad.

Concretamente en tres días y ese día era el ultimó para dar el justificante de la excursión.

—Sí — afirmé mientras que continuaba comiendo —Que pena que no vayas tú. 

—Si...nosotros iremos con otro grado de vuestra universidad el día que volváis. ¿Vas a ir?

—No.