Quédate conmigo (QC) ||PAUSADA||

Capitulo 1

Narra Sarisha

Había pasado un mes desde que se había ido, desde que me había abandonado sin explicación alguna. Durante ese tiempo, el vacío de su ausencia se hizo interminable. Recordaba cada detalle de nuestros momentos juntos, como si aún los estuviera viviendo. Su voz, sus sonrisas resonaba en mi mente, pero sus palabras hirientes también lo hacían.

"Solo quería acostarme contigo..." esas palabras habían dejado una profunda herida en mi corazón. Me dolía pensar que para él solo había sido un objeto de deseo, que nunca volvería a verlo. Su partida sin explicación había desatado en mí una transformación, una serie de cambios en mi comportamiento que sorprendieron a todos, incluyéndome a mí misma.

Después de una noche fuera, llegué a casa en la madrugada. Sabía que Aidan y Harry, su hermano mayor, estaban preocupados por mi paradero. Las numerosas llamadas y mensajes en mi móvil  lo confirmaban.

Traté de entrar sigilosamente, pero mis llaves se resbalaron y causaron un estruendo en el jardín. Me llevé el dedo índice a los labios, como si alguien estuviera a mi lado y le pidiera que no hiciera ruido. Recogí las llaves tambaleando y cuando me dispuse a entrar, una voz detrás de mí me detuvo.

—Señorita Sheikh, ¿se encuentra bien? — era Ivan, el chófer, quien me asustó al aparecer.

—Sí — contesté, volteando hacia él — Me has dado un buen susto, ¿sabes? — intenté contener la risa.

—Perdone, no era mi intención — respondió, visiblemente preocupado.

—Bueno...eh...¿Aidan? — traté de recordar sus nombres, cerrando los ojos brevemente — Sí, eso ¿Aidan y Harry están dormidos?

—Sí — contestó — Han estado buscándola todo el día, estaban preocupados. Temían que le hubiera pasado algo malo.

Reí antes de añadir — Ivan... me han pasado tantas cosas a lo largo de mi vida, pero aquí me tienes: viva, vivita — seguía riendo por lo que acababa de decir — Me iré antes de que se despierten.

—Pero, señorita Sheikh... — trató de decir algo, pero ya me había marchado sin prestarle atención.

Abrí la puerta de la casa y entré. Estaba a punto de quitarme los zapatos cuando me percaté de que la luz de la cocina estaba encendida.

Mierda.

Logré quitarme los zapatos sin hacer ruido y me dispuse  a subir las escaleras hacia mi habitación. No había puesto ni el pie en el segundo escalón cuando escuché mi nombre.

—Sarisha —cerré los ojos suspirando y me volteé lentamente para encontrarme con un Harry serio.

Me sorprendió encontrarle con esa expresión ya que solía ser muy divertido y calmado.

Me tomó del brazo y me llevó a la cocina. Primero me examinó de arriba a abajo y luego clavo sus ojos en los míos como si fueran unas dagas.

—¿Dónde has estado? — me preguntó con tono severo.

—¿No deberías estar durmiendo?

—Ahora mismo no eres la indicada para preguntarme eso — replicó. — Contesta mi pregunta.

Suspiré y rodé los ojos — Estuve en algún lugar.

—¿Qué lugar?

—No lo sé.

—Sarisha.

—Dios, pareces mi padre.

—Dime dónde estuviste —volvió a decir las palabras una por una.