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" Castas"

Después de que me invitara a cenar, terminé satisfecho y brindamos por mi supuesto nuevo cargo.
Solo estábamos los dos, él dijo que me sirvieran más vino pero decidí no embriagarme por ahora.

- dime, ¿en verdad vives solo?

- así es, no tengo a nadie

- interesante, siempre he querido un hijo sabes, creo que eso fué lo que ví en ti

- ¿un hijo?

- así es, me parece que estás demasiado preocupado por tu futuro debido a tus afectaciones del pasado, pero tranquilo no pierdas la cordura todavía, aún tienes cosas que saber por tu cuenta

- agradezco su comprensión

- calma muchacho no debes preocuparte, solo deja que las cosas fluyan, aunque sabes, si quiero algo de ti, quiero tu compañía

- ¿qué pasará con Patrick?

- tuve que mandarlo a rehabilitación por su drogadicción

- ¿no debo preocuparme por él ahora?

- claro que no, eres el jefe ahora

- ¿jefe?

- ellos van a verte como una autoridad más

- no lo sé

- debes aceptar hijo pero te dejare pensarlo

Conversamos sobre negocios después de la cena, bebí vino con él e incluso llegamos a reírnos.

Me había llamado hijo, supongo que me he ganado su confianza, pero aún temía lo que pensara Patrick.

Me levanté de la mesa y él dijo que podía llevarme, le respondí que estaba bien, que mejor caminaría solo y me dejó ir bajo mi riesgo.

Busqué mis cigarrillos y fumé de camino a casa, ví a un hombre desde la ventana que cenaba y pensé en envidiarlo.
Tenía a una esposa o eso inferí y envidié su cena, su familia, su felicidad.

Yo pude haber tenido todo eso, pero, oh maldita sea le tuve miedo a la muerte.

Ahora me llegaba el recuerdo de que nunca, de nuevo llegaré a ser alguien, quería que me perdonara y conociéndola se había enojado conmigo.

Pero ahora tenía más poder que todos ellos, me había acercado al mayor y tenía todo en mis manos, no podía regresar mi decisión.
Lo acepté bajo mi riesgo y las consecuencias que tuviera.

Cuando terminé me despedí de él y caminé en la oscuridad.

Me senté en la puerta de una casa a fumar, cerré los ojos y pensé en el futuro que pasaría.

Después ellos llegaron a mí, me sujetó del mentón y me preguntó en qué estaba pensando.

- ¿por qué están aquí?

- no te importa, eres un maldito mentiroso, estúpido perro

- ¿por qué dices eso?

- es lo que eres, mentiroso no se que le dijiste al mayor pero ahora te dice hijo, ¿acaso lo drogaste?

- ¿por qué lo haría?, simplemente doy un buen trabajo

Me abofeteó, le lancé una sonrisa burlándome y traté de irme.

Uno de ellos me dejó caer al suelo, miró las vendas de mis brazos y dudó en hacerme algo.

- ¿con que te gusta el sufrimiento eh?

"El castaño" (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora