"El castaño" (EN EDICIÓN)

27

"Malditas Marionetas"

Regresamos.
El edificio se veía más pequeño de costumbre y sus supuestas oficinas estaban sucias.

Ahora solo quedaba deshacerse de la evidencia, no importaba pero debíamos hacerlo.
Salimos del lugar y tomé todos los papeles estúpidos que nos habían dejado y que no probaban nada.

Liberé la navaja y comencé a jugarla, Nick estaba detrás mío, la colilla fué arrojada a los papeles y ardieron con rapidez.

Salimos del lugar, debíamos darnos prisa para que no nos vieran como unos culpables o sospechosos.

Nos dirigimos al metro, pagué los boletos y abordamos para regresar.

- ¿de dónde sacas dinero?- preguntó ya en el metro
- solo lo tengo, también trabajo
- ¿no te molesta que lo gastes en tonterías como mis problemas
- la vida me lo pagará- respondí
- ¿por qué me has dicho eso?
- no tengo la menor idea- añadí en un bostezo
- debemos irnos, necesitas un descanzo
- te lo agradezco
- ¿qué harán ahora?- preguntó
- les ha dado tiempo, has trabajado duro
- ¿les ha dado tiempo?
- con ella, nos fué de gran ayuda
- ya no quiero hacer eso- añadió avergonzado
- no lo harás, lo prometo, ya lo hice
- ¿qué hiciste?
- fueron tratos por fuera, ella lo quería impedir
- ¿por qué?
- ¿recuerdas los periódicos?

Asintió y siguió mirándome.

Seguimos hablando y no supe que pasó después.

Salí de la habitación y miré las oficinas, los rastreadores habían desaparecido y ahora no podíamos localizar a los demás miembros.
Le hablé a uno de ellos para que revisara, parece que ella había vuelto, debía estar rondando por las calles buscándonos.

Meredith seguía buscándonos para vengarse de que él le buscaba y trató de regalarle cosas, pero ella es hija de uno de ellos, que desgraciadamente falleció.

Así es, era hija del fallecido señor del hospital.

Volví a buscar a Nick, pero Lucas estaba ahí, me senté en el suelo y traté de platicar con él.

- nos está robando- le dije sin mirarlo
- ¿ella regreso?
- sí, no quiero que me lleve denuevo, estoy cansado de estar ahí solo mírame- dijo mostrándome el parche de su mejilla derecha
- ¿ella te hizo esto?
- sus hombres, porque dijo que el matar a alguien no es digno de una dama
- solo miente
- lo sé, estoy cansado de esto
- ¿cuántos llevas?
- he perdido la cuenta- ambos hablábamos de los vendajes

Yo tenía seis, dos en los muslos, dos en los antebrazos, uno en el cuello y otro en el abdomen. Si no cumplía con esto me quedaría como una momia.

- tengo seis- respondí
- creo que tengo ocho
- ¿por qué?
- mis tobillos también cuentan
- ¿lo hizo de nuevo?
- sí, todo por tenerle lastima a Nick
- ¿por qué entraste en esa discusión?
- solo quería que dejara de gritar
- aún es perceptible su sangre
- él también lo sabe, el día que lo vendaste lo miré desde la ventana de la otra habitación
- ¿por qué nos espías?
- pensé que ibas a matarlo, no quería que me hicieras lo mismo
- no, solo debo seguir con esto
- debería irme, solo saldré por un momento no creo que me sigan
- es riesgo estar ahí afuera
- prefiero eso a estar aquí adentro
- debes salir...
- no voy a hacerlo- me interrumpió fríamente
- bien

Le dejé ahí, tenía que volver al trabajo, al extenuante trabajo del que ya estoy harto.

Lucas regresó después, debíamos buscar a Nick, eso fué lo que me dijo antes de cerrar la puerta de su habitación.
Le habían hecho algo, pero su estaba muerto no había nada que se pudiera hacer.