"El castaño" (EN EDICIÓN)

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"Maldita Suerte"

Abrí la puerta de mi casa, era un maldito desastre, me dejé caer al suelo.

- ¿cómo llegué a esto?
- ella venía a menudo con amigos
- ¿por qué me lo dices ahora?
- pensé que no sería correcto hacerlo dentro del internado
- ¿por qué me diría loco?, imbécil
- lo siento
- deja de disculparte, es absurdo hacerlo, ¿cómo llegó mi casa a ser así?
- bien
- ¿entonces quién venía?- pregunté
- ella, ya sabes, ¿Bianca?
- ella, la odio aún más
- lo siento

Me levanté y fuí a mi habitación, por lo menos era lo único que no se había molestado en tocar.

- perdí mi reserva de vinos
- fué mejor hacerlo
- no entiendes, algunos de mis ahorros estaban ahí
- aún creo que fué la mejor decisión...-
- ¿qué dijiste?- le interrumpí
- ¡nada!
- ¿qué hiciste con mi vino?
- nada, no sé nada- se encogió de hombros
- ¡imbécil, dime dónde dejaste mi vino!
- no lo sé, perdóname
- mis ahorros se fueron al carajo
- lo siento
- da igual, no podía aceptarlo

Tomé una ducha y me vestí con una pijama que ahora me quedaba algo grande.

- has adelgazado- dijo
- lo sé, ahí no daban comida decente
- ¿qué quieres comer?, lo prepararé para ti
- no lo sé, haz lo que quieras

Me senté en el sofá, tomé la gabardina del perchero y abrí la cajetilla de cigarrillos.

- ¿deja eso sí?
- no, cállate- encendí el cigarrillo
- por favor
- no- mencioné con el cigarro en los labios- además, fumar me dará hambre eso será conveniente
- no puedo creerlo...
- mal por ti- murmuré
- ¡eres un idiota!, ¿aún no entiendes que es por tu bien?
- no, así que cállate, esta es mi casa aún, puedes irte cuando quieras

Enmudeció, tomé los sobres de la mesa y los abrí.
¿No eran deudas?

- ella te escribió- dijo al fin
- ¿por qué?
- me pidió que te las diera en las visitas pero no querías verme
- ¿qué hay de tu mujer?
- está bien, ahora está con sus padres porque su madre cayó en pulmonía
- deberías ir con ella
- no, ya lo hablé con ella y dijo que estaba bien
- ¿por qué te molestas en hacer esto?
- porque aún te debo muchas cosas y eres mi amigo
- ¿amigo?
- sí
- ¿por qué sigues hablando así de mí?, en verdad quería matarte en aquellos días, lo siento
- no hay problema, solo olvídalo, quedó en el pasado
- lo siento

Me incliné en el sofá mojando el respaldo con mi cabello.

- vas a enfermarte así- dijo colocándome una toalla de la cocina en el cabello
- no lo sé, creo que es extraño
- ¿de qué hablas?
- nunca me habían hecho esto, yo lo hice con Nick
- supongo que todo regresa
- eso es aterrador
- no, solo debes descansar
- bien

Apagué el cigarro en la mesa y volví a mi habitación.
Me dejé caer en la cama recién tendida, toqué el respaldo de la cama y miré un paquete.

- ¿trajeron correspondencia?
- no- respondió desde la cocina
- ¿estás seguro?
- sí
- ¿qué es esto?- mencioné de regreso a la cocina

Dejé el paquete en la mesa y me quedé mirándolo de lejos junto a Lucas que tenía las manos como jarras.

- ¿es riesgoso?
- no lo sé
- ¿por qué no lo abres?
- debo de pensarlo
- házlo de una vez
- lo haré

Abrí el paquete, miré una carta y una grabadora.
"Necesito que me ayudes castaño" era el recado de la carta sin remitente.

- ¿ayuda para qué?- me preguntó Lucas
- no lo sé, quizá solo sea una mala broma- tomé el contenido y lo subí a mi habitación en un lugar donde Lucas no pudiera verlo
- Nick te decía así
- era el único que lo hacía- susurré
- ¿estás bien?
- sí
- ¿por qué no me lo llevo a un basurero por la mañana?
- no lo sé, es extraño, ¿ahora quién me está buscado?
- ¿qué?
- hablo de que, solo él solía llamarme así
- entonces alguien más te conoce
- no lo sé, ¿otra organización?
- quizá
- hora de comer