The moon.

Capítulo 22: Tiempo a solas.

— Tienes que ayudarme — suplico mirando a mi mejor amiga mientras mis manos tratan de bajar un poco más la corta falda del uniforme de porrista. Alex ríe y niega con la cabeza.

— No hay nada que yo pueda hacer por ti — alza los hombros con diversión.

Un suspiro agotado sale de mis labios, en mi vida imagine portar un uniforme así, jamás me interesé ni un poco en las lindas y perfectas animadoras que bailan, gritan y animan a los jugadores, supongo que estaba muy ocupada metiendo droga a mi mochila.

— Oye no puede ser tan malo — ríe Alex, después ladea su cabeza mirándome de arriba a abajo. — Luces sexy.

— ¿Gracias? — río levemente mientras abrocho mis agujetas, una vez lista tomo mis cosas y junto a Alex salgo del baño del instituto, no me sorprende ni un poco ver a Trent a unos pasos de la puerta, mirando hacia ambos lados, — Hola Trent, casi no noto que estas vigilando.

Una sonrisa se escapa de sus labios mientras pasó frente a él, rápidamente se pone a mi izquierda. — ¿De buen humor?.

Muevo mi mano hacia ambos lados, el timbre de salida suena, resoplo mientras veo salir a los acalorados estudiantes de sus salones, todos buscando desesperados la salida, para mi desgracia voy en sentido contrario.
Después de chocar al menos 10 veces logró salir de el edificio junto a mis amigos, quienes están a cada lado mio; río internamente, tampoco imagine nunca que tendrían que cuidarme.

Mientras caminamos hacia el campo de fútbol americano, Alex está hablando sobre cómo duerme 3 horas diarias y de lo cansada que está, Trent la escucha asintiendo y diciendo que esta agotado también, ambos coinciden en que su mayor sueño en ese momento es dormir una noche completa.

Al escuchar su conversación me doy cuenta de que no he agradecido ni un poco lo que estos chicos hacen por mi, en lugar de eso he hecho su vida más difícil al estar de un lado a otro sin avisar, me detengo un poco y ellos me miran desconcertados.

— ¿Todo bien? — pregunta Alex alzando sus cejas.

— Si, solo quería... — niego con la cabeza y rio un poco. — Se que no he sido la mejor amiga últimamente, y que tampoco ha sido fácil cuidar de mi, solo quería decir... gracias.

Ambos sonrien.

— Eres mi mejor amiga, te cuido por qué te amo — sonríe Alex.— bueno, y por qué eres mi Luna y si algo te pasa puede que muera igual, so...

Trent y yo reímos de manera estruendosa antes de continuar nuestro camino hasta el campo de el instituto.
Al llegar a el veo a muchas chicas con el mismo uniforme que yo, miro a Alex quien mira otro punto, sigo su vista y logro ver a Kylan y Charlie, quienes hablan con un hombre de ropa deportiva que tiene un silbato en su boca y le hace señas a los jugadores para que comiencen a calentar, supongo es el entrenador.

— ¿Que hacen? — pregunta Alex a Trent.

— Intentan entrar al equipo — responde el con desinterés. Niego con la cabeza. — si, a media temporada.

— Están locos — río levemente.

— Ahora tu debes convertirte en capitana de porristas y el en mariscal de campo, y así siguen el cliché — sonríe con cinismo mi amiga, Trent suelta una carcajada y yo ruedo los ojos, alguien detrás de mi se aclara la garganta, dejo de reír y me giró sobre los talones para verle, es una chica alta, delgada, morena y con una cabellera negra impresionante atada en una cola de caballo.

— Que lastima, ya hay capitana — sonríe falsamente mientras se lleva una mano a la cintura. — y no soy reemplazable.

— Solo bromeabamos — aclaro riendo. — no me interesa ser capitana.