The moon.

Capítulo 18: Decisiones.

Abro los ojos lentamente, sintiéndome cegada por la brillante luz blanca sobre mi. Pestañeo varias veces adaptándome y tallando mis ojos. Cuando logro tener una visión clara, puedo ver a Marcus, leyendo algunos papeles entre sus manos. Me enderezó un poco en la cama llamando su atención.

— Luna — saluda con un asentimiento de cabeza. — ¿cómo se siente?.

— Bien...¿Qué me pasó?— pregunto desconcertada mirando a mi alrededor.

— Dejaré que el Alpha le explique — responde con una sonrisa amable, veo mi brazo el cual tiene una pequeña aguja conectada a un recipiente. — Es verbena — me aclara. — esa planta es letal para vampiros y les impide hacer de las suyas, hipnotizando.

Entonces recuerdo todo y aprieto mis labios.

Los recuerdos me golpean cómo un balde de agua fría y solo hacen que mi cabeza comience a doler de manera punzante, comenzando a sobre pensar las cosas que tengo encima de mi.

El hecho de que mis padres se niegan a dirigirme la palabra me tiene bastante mal, por qué probablemente jamás tuve tanta comunicación con ellos, pero ahora sé que me ignoran a propósito, por qué se sienten heridos, por mi culpa; y eso es algo con lo que no puedo vivir.

Michael, después de todo lo que pasó aquella noche el solo se fue, sin decir a donde o cuando volvería, y el hecho de que solo yo parezco malditamente preocupada por eso, me hace querer golpear a todo el mundo.

Para colmo, Kylan no está dispuesto a buscarlo o ayudarme a ello, se siente ofendido y traicionado por las palabras de Michael aquella noche, aunque he intentado convencerlo, el se rehúsa.

Y ese tonto vampiro que no deja de aparecer en cualquier lugar en el que yo esté. Es malditamente molesto y por lo visto, peligroso.

La puerta se abre bruscamente atrayendo mi atención, Kylan entra seguido de Charlie y Alex quienes se adelantan rápidamente y obstruyen mi vista.

— ¿Cómo te sientes? — pregunta Alex.

— ¿Te duele algo?— le sigue Charlie.

— ¿Que te hizo ese malnacido?— Alex frunce el seño.

— Te dije que los vampiros eran mañosos — aclara Charlie en tono de regaño.

— Estoy bien — aclaro alzando ambas cejas. — no me hizo nada.

— Mira tu muñeca izquierda — habla por primera vez Kylan, aún desde la puerta.

Alzó mi mano levemente para verla, entonces logro captar un moretón alrededor de mi muñeca, son unos dedos perfectamente marcados.

— No lo había visto — aclaro en voz baja. — de todas formas estoy bien...

— ¿Estás bien? — Kylan niega con la cabeza. — Maya saliste de tu casa, caminaste al menos 10 metros y el ya estaba ahí, ¿no parece sospechoso?.

— Bueno, si lo pones de ese modo lo parece pero...

— Si nosotros no estuviésemos ahí, cerca, vigilando — Kylan se detiene y suspira. — no quiero siquiera pensar en los que el pudo hacerte.

— Pero estaban ahí — aclaro. — y me salvaron, así que solo hay que ver eso.

— ¿Solo hay que ver eso? ¡Claro! — Kylan se burla. — No hay que ver el hecho de que te pedimos de mil maneras que no salgas de casa o que avises si es necesario hacerlo, para poder cuidarte, pero eres tan terca y te crees tan valiente que haces TODO LO CONTRARIO.

— ¿Disculpa?— preguntó ofendida poniéndome de pie. — perdóname por no estar acostumbrada a pedir permiso para ir a caminar.

— No se trata de eso y lo sabes — Kylan se acerca a mi.

— ¡Claro que se trata de eso! — alzó la voz. — se trata de ti queriendo tener el maldito control sobre todo y todos.

— Creo que ya nos vamos — murmura Alex tomando de el brazo a Charlie.

— ¿Bromeas? Apenas empieza lo bueno — se queja Charlie sentándose en el sofá.

Kylan me mira fijamente a los ojos, sostengo la mirada apretando mis labios. Entonces sin decir nada más Kylan se gira y sale de la habitación.

¿Qué fue eso?.

Lo sigo rápidamente.

— ¡Hey! — grito apenas puedo verlo. — ¡no me dejes hablando sola!.

Kylan me ignora y continua bajando las escaleras de forma veloz. Puedo escuchar los pasos de Alex y Charlie detrás de mi.

— ¡Kylan! — grito de nuevo y el se gira acercándose a mi.

— Tu no puedes gritarme — aclara gruñendome.

— No me gruñas.

— Eres una humana terca, testaruda...

— Y aun así soy tu alma gemela — interrumpo tratando de ponerme a su altura.— y merezco tomar mis propias decisiones.

— No si después de tus decisiones tengo que hacer que mi manada pelee por ti— gruñe cerca de mi rostro para después girarse y seguir con su camino.

HOLA A TODOOOOOOOS.

Se que ha pasado mucho tiempo, no me maten, ¿okay?. Esto tiene una buena explicación, y la explicación es: EL HACKEO DE WATTPAD.

Esto paso hace aproximadamente año y medio, tiempo en el que yo estaba algo liada con mi universidad, mi vida privada y muchas cosas más, así que no me enteré del hackeo hasta después de 6 meses, que intente acceder a mi cuenta y oh sorpresa, no pude.

Desde entonces estaba tratando de cambiar mi correo y contraseñas pero no me era posible, ya que el correo era viejisimo y ni hablar de él de la otra cuenta. Ya no tenía ninguno de esos correos y por lo tanto no podía restablecer mis contraseñas.

Hace una semana una amiga de la plataforma me ayudo a ponerme en contacto con el soporte de wattpad, quienes me ayudaron a restaurar esta cuenta, gracias wattpad :D

Y entiendo que muchos de mis lectores ya no estarán aquí, pero por respeto a quienes si están, es que continuaré con esta novela.

Muchas gracias a quienes siguen leyendo, all the love 💕