The moon.

Capítulo 17: Hipnosis.

Dedicado a: DanielaMexicano

Maya's pov.

Una semana después.

Suspiro fuertemente mientras intento contener las lágrimas, mi madre mantiene su vista en su plato y mi padre en su periódico, ambos fingen que no estoy aquí.

La sensación de abandono crece aún más, día con día, sin estar en casa, sin que ellos me puedan siquiera ver a los ojos. Siento que he perdido a mis padres por completo, aún cuando están aquí todos los días.

— Papá — susurro apenas audible, con un nudo en mi garganta creciendo. — por favor, escúchame...

— Se me hace tarde— dice mi padre dirigiéndose a mamá, quién levanta la vista y le extiende una bolsa de papel a mi padre. — intentaré volver temprano, podemos ver esa película de el otro día y...

— ¡Deja de ignorarme!— pido en un grito ahogado, mi padre besa la frente de mi madre antes de tomar la bolsa y salir de casa de forma rápida.

Rapidamente las lágrimas empapan mis mejillas mientras hecho mi desordenado cabello hacia atrás, mamá me da una mirada algo preocupada antes de recoger los platos y desaparecer, dejándome completamente sola, de nuevo.

Desde la noche en que mi padre descubrió que Michael estaba aquí todo ha sido un completo fiasco, al menos lo es para mi.

Mi padre finge que no existo, mi madre apenas me puede ver de reojo y Michael...

Sollozo con fuerza y comienzo a tomar respiraciones profundas en un intento de tranquilizarme, al no funcionar decido ponerme de pie y salir de casa para caminar un poco.

¿Por qué las cosas tienen que ser así? ¿por qué no puedo tener una vida normal que no incluya dramas estupidos y criaturas sobre naturales extrañas?

Me detengo de golpe cuando una figura grande se interpone en mi camino, alzo la vista topandome con Jaxon. Su sonrisa ladeada y enormes ojos me examinan desde arriba mientras doy unos cuantos pasos atrás.

— ¿Quieres dejar de chocar conmigo?— pregunta frunciendo el seño.

— ¿Quieres dejar de interponerte en mi camino?— cruzo mis brazos. — se que lo haces a propósito.

— Si... con el propósito de llegar a mi destino— acota con obviedad.

— Claro, por qué tú no quieres hacerle daño a Kylan — ruedo los ojos.

— ¿Desayunaste un plato de seguridad o algo así?— frunce el seño.

— Que te importa— gruño rodando los ojos nuevamente.

El chico alza ambas cejas con sorpresa, gruño y paso por su lado para seguir mi camino entonces siento su enorme mano rodear mi muñeca haciéndome detener mi andar.

— Supe que se fue el rubio— dice lentamente. — sé también qué era importante para ti, casi tanto cómo el perro, ¿cuál dijiste que era su nombre?... no importa, mejor cuéntame cómo vas con papá-alguacil-sobreprotector por qué saber que estuviste todo este tiempo mintiéndole no debe ser muy lindo para el...

— ¿Que diablos quieres?— interrumpo girandome para verlo. — ¿a Kylan? ¿a su manada?.

— Cerca— ladea la cabeza. — te quiero a ti.

— Pues que lástima— sonrio con cinismo — tengo novio.

— Eso no pareció importarte cuando te involucraste tanto con el rubio— ladea la cabeza, alzo mi mano y sin pensarlo la estampó en su mejilla, apenas y se inmuta, una sonrisa burlona se planta en su rostro. — de acuerdo, mal comentario.

— Déjame en paz— acerco mi rostro al suyo. — tú no quieres conocerme realmente enojada, no soy lo que tú...

— Se quien eres— interrumpe.— te he seguido incluso desde antes de que vinieses a este pueblo, claro, antes no lo notaste por qué no tenias a todos esos perros detrás de ti...

Retrocedo por instinto al verlo acercarse, entonces involuntariamente me detengo de golpe, y toda mi atención se va a lo que Jaxon dice.

— Me gusta tu forma de amar. Eres apasionada, entregada... harías cualquier cosa por amor— acerca su rostro al mío y me mira directamente a los ojos. — ¿sabes por qué me gusta?.— niego con la cabeza — por qué yo amo de la misma manera.

Me quedo estática en mi lugar, mi corazón comienza a latir con rápidez mientras veo cómo Jaxon se aleja lentamente de mi rostro y mete ambas manos a sus bolsillos. Mi cuerpo está paralizado, siento cómo si no tuviese el control de el mientras retrocedo.

— Ah, por cierto— añade con una sonrisa. — eso que sientes es hipnosis.

De un segundo a otro Jaxon desaparece y en su lugar aparecen Kylan, Charlie y Alex. El control vuelve a mi cuerpo haciéndome retroceder torpemente, Kylan me toma por los hombros rápidamente.

— Maya— me llama, mis piernas fallan y siento como me debilitó poco a poco. — Maya..., Charlie trae el auto, tenemos que llevarla a la manada.

Escucho las voces de todos a mi alrededor mientras poco a poco pierdo el conocimiento, la última imagen que veo es el rostro de un preocupado Kylan.