The moon.

Capítulo 16: jamás he dejado de hacerlo.

Kylan's pov.

Maya solloza con fuerza nuevamente, le doy un vistazo rápido antes de volver a la carretera y pisar el acelerador con furia. Tengo que apresurarme si quiero hacer algo por Michael.

Mi mente divaga en las posibles soluciones para esta situación, mi decepción es palpable al no encontrar una en la que todo vuelva a ser cómo antes, en la que yo pueda defender a Michael sin ganarme el odio de el alguacil Silver o al menos una en la que Maya pueda explicar lo que ha sucedido estos últimos meses.

Verla llorar de esta manera me duele demasiado, el verla culpándose a si misma por todo, el juzgarse tan duramente.
Cuando amas con esta intensidad, cualquier cosa puede salir mal.

— Maya— la llamo intentando tomar su mano, ella la toma y solloza nuevamente. — tienes que tranquilizarte, ¿de acuerdo?.

— ¡No me pidas que me calme!— pide con la voz ronca y sus mejillas empapadas de lágrimas. — todo esto es mi culpa.

— ¿Quieres dejar de decir eso?— le doy un apretón a su mano y continúo conduciendo cuidadosamente. — nadie podría saber que tu padre comenzaría a buscarte o que...

— Claro que sí, yo lo sabía — me interrumpe limpiando su rostro con el dorso de su mano. — si tan solo hubiese escuchado esa voz en mi cabeza que me gritaba que volviera a casa... nada de esto estaría pasando, y Mich... M-mich...

Una parte de mi comienza a gritar internamente mientras la veo llorar nuevamente mientras se hace un ovillo en el asiento.

Se qué ella es una buena persona, y que jamás desearía esto, mucho menos para su mejor amigo.

— No me dejes en casa— pide limpiando sus lágrimas. — tengo que ir a la estación, hablar con mi padre y-y...

— No puedo llevarte allá, Maya— interrumpo rápidamente. — estoy pensando en cómo ayudar a Michael, en cómo sacarlo de esto, dame solo unos...

— No tienes que arreglar nada, Kylan— está vez es ella quien me interrumpe. — yo lo provoqué, y sé que si defiendes a Michael mi padre jamás me dejará verte de nuevo... y no pienso permitir eso.

— Maya...

— Llevame a la estación, Kylan— susurra. — tengo que sacar a Michael de esto, si tan solo nada de esto hubiera pasado...

Maya cubre su rostro mientras llora desconsoladamente, gruño al mismo tiempo que cambió nuestro destino y giro en dirección a la estación de el alguacil.

En cualquier otra situación estaría celoso probablemente, muriendo por ver a Maya sufrir por un hombre que no soy yo.
Pero es Michael, y aunque al principio su sola presencia fue un martirio, ahora puedo considerarlo mi amigo, un gran amigo. Y sé que Maya lo ve así también.

Por unos segundos pienso en si tan solo yo la hubiese encontrado antes que el, todo sería diferente y solo sería un regaño para Maya; si tan sólo esos estupidos vampiros no estuviesen ahí afuera, buscando a mi Luna, si tan solo fuésemos personas normales.

Apenas llegamos a la estación de policía Maya baja con rapidez de el auto, la camioneta de el alguacil ya está aquí, y probablemente este último se encuentre dentro, con Michael.

— Maya espera— le pido mientras bajo de el auto también y la veo caminar apresurada hacia la entrada. — ¡espera!.

Gruño y corro un poco, Maya me ignora completamente mientras entra sin antelación a el lugar, entro detrás de ella, llamándola e intentando que espere un poco, pero ella va directo a la oficina de su padre y abre la puerta sin previo aviso, topandose así con su padre y un – aún – esposado Michael.