Mansión Federighi- 1 de abril de 1851.
Aproximadamente más de un año desde aquel baile.
Arthur contrajo matrimonio con Ana, y hoy se cumple un año de matrimonio.
Catalina está con su empleada Carmen en la habitación, mientras tanto, en el comedor principal hay una celebración con los amigos de la familia.
- Mi niña preciosa ¿Por qué no va al comedor?
- No quiero ir, Carmen
- ¿Y por qué?
- No quiero ver la maldita celebración
- !Por favor, no maldiga! está su madre, está Arhur, están los Echeverría y los Aragón ¡a usted le agradan las chicas Aragón!
- No quiero ir allí. No quiero ver como celebran
- ¿Y por qué?
- No quiero...
Carmen se sentó sobre la cama, sintiéndose algo frustada. Ana se enojaría si es que no ve a su hija acompañando a las visitas.
- Por favor... ¿Quiere que la patrona me regañe a mí?
- Claro que no-.dijo la muchacha haciendo un puchero-.
- ¿Entonces?
- Voy a ir-.dijo la jovencita mientras la empleada celebraba-. Pero tú me ayudas a ponerme el corset
- ¡por supuesto mi niña!
Carmen trajo un corset desde el gran armario de la muchacha, y se lo ayudó a poner apretando firmemente las cintas.
- Se ve bien
- Bueno... voy a ir
- Gracias, mi niña
- No quiero que mamá se descargue contigo por algo que yo no quiero hacer
- No se preocupe por eso
La muchacha salió de su cuarto, para dirigirse al salón principal. Se escuchaban risas y murmullos.
- Buenas noches-.dijo Catalina haciendo una reverencia y se sentó en un sitial al lado de las Aragón-.
- Buenas noches, Catalina-.dijeron las gemelas Aragón-.
- Buenas noches-.dijo Diego de Aragón-.
- Buenas noches-.dijo la madre de la muchacha-.
- Buenas noches-replicó casi en silencio, Arthur Longton-.
Disimuladamente, y con cuidado de que alguien pudiese verlo, Arthur miró a la hija de Ana.
Sus ojos estaban algo brillantes, y asentía a todo lo que las chicas de Aragón le dijesen.
Catalina se sentía a gusto con las gemelas, había charlado muchas veces con ellas. Y a pesar de ser idénticas en rasgos , la diferencia entre una y otra era notable; María de Aragón tenía el cabello castaño claro, y su hermana, negro como la noche.
Pero sus rasgos eran iguales, la misma nariz cóncava, los ojos igual de celestes, la misma altura, el mismo cuerpo.
- Yo y María conoceremos tú palacio ¿Quieres venir con nosotras?-.dijo una de las gemelas-.
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Efímero.
RomanceSociedad Europea año 1850. En una provincia de Europa vive Ana Federighi y su hija Catalina. Además de tener una pésima relación, la madre planea casar a la hija lo antes posible para no verla más. La familia Longton por su parte, está en la bancarr...