Él la miró durmiendo entre las sábanas. Aquella noche la trató más suavemente.
La contempló. Estaba tan acostumbrado a ella, que no sería capaz de acostumbrarse a su ausencia.
Lentamente, y con cuidado, se paró de la cama, y abandonó el cuarto de Catalina, para dirigirse a la habitación de él.
Al llegar, vio a Ana en la cama. Durmiendo profundamente. Se recostó junto a ella, intentando hacer el mínimo ruido posible.
Sintió la respiración de su mujer. Un sonido intermitente, pausado.
(...)
Casamiento O'Higgins-Federighi
Todos están presentes en la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana. La aristocracia criolla, todos los miembros de la elite están presentes.
Aproximadamente cuatrocientos invitados en la iglesia.
Esperando la llegada de la novia. Esperando a Catalina.
Mientras tanto, Carmen arregla el vestido de su niñita en el interior de uno de los cuartos de la iglesia.
- Te ves tan linda, mi niña
-Gracias, Carmen-.le abrazó-.
- Este día será inolvidable...
Las dos se abrazan.
- Te quiero mucho, Carmen
- Y yo a usted, mi niña.
- Creo que es hora de ir...
- Así es
Tocan la puerta dos veces.
- Pase-.dice la muchacha-.
Arthur entra, y sus ojos brillan al ver a Catalina vestida de novia.
Pensó en que podía haber sido su boda si es que las cosas fuesen distintas. Si es que fuesen distintas, él no tendría que verla casándose con otro hombre.
- Te ves...-.él no supo que decir-.
- ¿Me veo bien?-. él niega-. ¿bonita?
- Claro que sí
- ¿Bonita?-.ella replicó con una sonrisa burlona en su rostro-.
Él se acerca donde ella, y le acaricia el rostro. Acto seguido, le besa la frente.
- No puedo creer que este día haya llegado, my love
Carmen ve la escena, y siente pena, al mismo tiempo de rabia.
-¿Carmen? ¿Puedes dejarnos solos?
- Sí-.la mujer sale del cuarto dejándolos solos-.
El inglés le tomó el rostro lentamente, despacio, contemplando, tratando de guardar la suavidad del rostro de ella, sus rasgos, dentro de su mente para no perderlos más.
- Dime si quieres que esto acabe para siempre, juro que lo acabaré
Ella quedó atónita.
- Si quieres que esto termine, se termina. Juro que no volveré a molestarte. Ni siquiera te miraré.
- y-yo no he dicho eso, Arthur
- Pero si quieres volver a verme, si deseas mi compañía, juro que correré a verte.
- No es necesario
- Dime si quieres desistir de esta boda
- !¿Qué?! ¿Estás loco? ¿Cómo puedes decirme esto ahora, Arthur?
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Efímero.
RomantizmSociedad Europea año 1850. En una provincia de Europa vive Ana Federighi y su hija Catalina. Además de tener una pésima relación, la madre planea casar a la hija lo antes posible para no verla más. La familia Longton por su parte, está en la bancarr...