❝ Sunghoon y Sunoo se querían desde pequeños; pero por motivos de la vida terminaron por separarse, pero ellos nunca se imaginaban que el día de su reencuentro llegara... Pero tal vez el destino estaba en su contra desde el inicio. ❞
- ...Y te prome...
Aquel primer encuentro había resultado tan agradable incluso para Sunghoon, fueron a comer juntos y después disfrutaron de alimentar a los patos del mismo lago en el que se habían reencontrado y asustandose una que otra vez cuando un pato se desesperaba y volaba hacia su mano.
Fue agradable porque no tocaron el tema del pasado, solamente se pusieron al corriente con sus vidas o más bien, Sunoo le contó a su madre con emoción todo aquello que había vivido y repitiendo a cada instante lo mucho que la extrañó. La señora no hacía más que escuchar y llenar de abrazos a su hijo, no habló mucho de ella en su primer encuentro y Sunoo tampoco pudo preguntar algo pues lo consideraba inadecuado en ese momento, aunque tuviera mucha curiosidad.
El segundo encuentro fue realizado en un zoológico local, dónde los tres dieron un recorrido a la zona para observar a los animales protegidos del lugar y poder alimentar a algunos de ellos.
Sh: ¿Seguros que no hay riesgo de que se coma mi mano?
Preguntó nervioso mientras sostenía en su mano una especie de hoja y estiraba su brazo lo más alto posible para que la enorme jirafa pudiera alcanzar el alimento. Su brazo temblaba con el solo acercamiento pues podía sentir la lengua del animal sobre su mano.
Sn: No seas miedoso Sunghoon, son seres inocentes y tan tiernos. - Sonrió.
Sh: Uy si, cómo tú estás alimentando a uno chiquito.
Sunoo solo pudo reír para tomar una hoja más y acercarla a la pequeña jirafa que apenas podía sostenerse de pie pues sus débiles patas temblaban.
Sm: ¿Por qué mejor no vamos a ver a los osos pandas? Son tan tiernos y divertidos.
Sh: ¡Yo estoy de acuerdo!
La señora le entregó el resto de la lechuga a la jirafa y se acercó a Sunghoon para acariciar su cabello, caricia que se sintió tan cálida como la caricia de una madre. Solo le mostró una sonrisa y fueron a ver a otros animales. Pasaron una tarde muy agradable entre los gritos de Sunghoon cuando cualquier animal se acercaba a él.
Al final de ese encuentro, Sunoo no pudo evitar preguntar sobre su padre, lo cual puso muy nerviosa a su madre mencionando que tal vez la próxima vez podría traerlo con ella. Palabra que cumplió al ver a Sunoo tan emocionado con la simple idea, apesar de no haber sido tan unido con él y que la mayoría de los problemas que tenían era por su culpa, incluyendo el problema que los llevó a todo esto, su obsesión con las apuestas; apesar de todo aquello, Sunoo lo quería y extrañaba de la misma manera.
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El acuerdo fue un día sábado, luego de una semana entera de arduo trabajo en la empresa había decidido que fuera un encuentro en un lugar tranquilo porque también sabía que su padre lo querría así.
Y por tercera vez consecutiva, Sunghoon lo acompañó, diciendo que aún no era buen momento para dejarle ir solo ya que sentía que había algo extraño en ellos. Pues desde que se encontró con su madre ya no habían tenido aquella sensación de que alguien los siguiera, su propia madre ya no lo molestaba con Sunoo y al contrario, la última vez que la vió lucía muy feliz; esto sin mencionar el comportamiento extraño de la señora, cómo el negarse a qué Sunghoon la acompañe a su casa o que esquive cualquier pregunta que sea sobre ella o lo sucedido.
