In another life | Sunsun |

49

Un par de días transcurrió, el caso legal no resultó ser tan fácil pues la señora Park había contratado a un buen abogado que juraba que era comprado, con tal de que ella saliera librada de la situación, con ello solo tuvieron que llevar el caso a un juicio.

Durante la semana siguiente, las autoridades se encargaron de recaudar pruebas y crear estrategias para ganar. En esa semana también le dieron el alta a Sunoo al estar mejor de salud pero que aún era necesario acudir de vez en cuando para realizar un cambio de vendaje y limpieza de la herida.

La primera semana terminó y el caso se llevó a cabo aquel Domingo. Estar en frente de aquella mujer le llenó de miedo, la mirada que le dirigía le hacía las piernas temblar. Realmente se notaba cuánto lo odiaba; pero siempre que alguien la veía ella fingía ser la persona más amable y sobre todo la víctima de la situación.

El juicio se llevó a cabo con un Sunoo al borde del colapso, por cada prueba mostrada le volteaban o negaban con agilidad, la mujer realmente había comprado a un excelente abogado. Fue tanta la tensión que se sentía en el ambiente que incluso tuvieron que dar un receso.

Durante aquel receso, Sunoo se quedó junto a su abogado cerca de un ventanal para tomar aire e intentar tranquilizarse, no quería estar solo ni un segundo por el miedo que le tenía a la señora, sentía que en cualquier momento le iban a hacer daño sin importar que estuviera en un lugar público.

Hubiera preferido seguir allí pero sus necesidades fueron más fuertes, ahora sin poder retener más las ganas de orinar.

Sn: Vuelvo en un segundo, voy al baño.

Anunció a su abogado que ahora estaba muy atento a él por su estado.

Ab: ¿Quiere que lo acompañe?

Sunoo pudo haber aceptado, pero no quiso mostrarse más débil de lo que ya andaba, ser acompañado al baño era algo que ya consideraba demasiado vergonzoso, siendo que este no estaba tan lejos de donde andaban.

Sn: No gracias, está justo a la vuelta, puedo ir yo solo.

Le mostró una sonrisa con la que le intentó convencer. Empezó a caminar hacia la dirección contraria forzando a ocultar el temblor de su cuerpo, tomó un largo respiro con el que intentó tomar un poco de valor y dió el siguiente paso con mayor seguridad.

Giró por la siguiente esquina y el baño ya estaba a unos centímetros de él, los sanitarios de hombres quedaban enfrente de los de las mujeres así que se encargó de dirigirse al correcto.

Dió un paso al interior del cuarto y pensó que ya la había librado, pero como siempre, había cantado victoria demasiado pronto. Su brazo lastimado, que por cierto llevaba en un cabestrillo, fue jalado y con ello lo sacaron del baño.

Un cuerpo lo acorraló en la pared que dividía la entrada de los dos baños y una mano fue colocada alrededor de su cuello con una fuerza que juro que terminaría con los dedos marcados en su sensible piel.

Cuando levantó la mirada, se encontró con un rostro conocido y de cierta manera no le sorprendía, la madre de Sunghoon sostenía fuertemente su agarre en el cuello y el brazo de Sunoo.

M/Sh: Shhh, ni una sola palabra.

Advirtió, pero Sunoo no tenía ni la mínima intención de hacerlo pues aunque quisiera, ahora su garganta se encontraba cerrada impidiéndole sacar aunque sea un diminuto quejido del dolor, su cuerpo solo estaba pasmado, sintiendo como el pánico se adueñaba de cada célula de su cuerpo y lo cegaba.

M/Sh: Agh, tú siempre causandome problemas ¿No aprendiste la lección acaso? Tú nunca ganarás contra mi y una vez consiga mi libertad me encargaré de ahora sí terminar contigo para que no andes de bocón una vez más.