In another life | Sunsun |

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El estado de Sunoo tambien era delicado, fue una cirugía pesada y sobre todo larga, solo que él era muy fuerte que logró sobrellevar eso, era como si aún no fuera el tiempo para él; cómo dice aquel refrán, "Cuando te toca, ni aunque te quites y cuando no te toca, no aunque te pongas". Siendo este el caso de Sunoo, parecía como si aún tuviera algo pendiente en vida o si tuvieran algún motivo para seguir vivo.

Su herida todavía estaba sensible y el trasplante de sangre podía causarle efectos secundarios, pero Sunoo ahora mismo estaba tan drogado en analgésicos que apenas y se sentía despierto. Pero apesar de ello, él suplicaba ver a Sunghoon aún cuando habían pasado ya un par de horas.

Jungwon ya estaba estresado por la insistencia de Kim, que no podían estar ni un segundo normal cuando ya le pedía nuevamente que lo llevara a ver a Sunghoon e incluso intentaba sobornarlos a él y a Jay, éste estuvo a punto de aceptar pero Jungwon lo regresó a la razón y lo llevó a negar.

Sabían que no harían cambiar de opinión a Sunoo pero aún no estaba listo para poder ir de visita a un lugar tan estricto como lo era el área de terapia intensiva, así en ese momento optaron por cedarlo y hacer que cayera en un sueño profundo para que al menos lograra descansar un poco más.

Para cuándo despertó unas horas después, ya habían creado una solución.

Sunoo pudo ver a Sunghoon, aunque a través de una ventana que le dirigía a la habitación. No habían tantas máquinas unidas a su cuerpo pero había una de ellas que le alteraba y se trataba de aquella máquina que marcaba sus latidos, viendo cómo cada pico salía con una justa distancia entre el otro, cómo la mayor parte era aquella línea recta sin movimiento; lo cual solo le indicaba lo débil que estaba, lo poco que latía su corazón y las probabilidades que había.

Doc: Sunoo, ya debe regresar a su habitación.

Él no respondió, solo se aferró más a la silla de ruedas en la que estaba sentado como si eso pudiera impedir que se lo llevaran. La enfermera recibió una señal por parte del mismo doctor y sostuvo nuevamente la silla.

Enf: Iremos a su habitación joven Sunoo, mañana podrá volver a venir a visitar a su paciente.

Con la mano libre sostuvo el portasuero y empezó a avanzar con ambos, empujando la silla con Sunoo que empezaba a cubrir su rostro para ocultar sus lágrimas. No dijo nada y tampoco soltó ningún quejido, era más un llanto silencioso dónde se forzaba a sí mismo por no mostrarse así en público, no quería las miradas de lastima aunque ya las estuviera recibiendo en lo que era trasladado a su habitación.

Cuando llegaron, supo que no tendría momento para romperse pues ya le esperaban Jungwon con un par de policías junto a él, inmediatamente se incorporaron cuando lo vieron y esperaron pacientemente a que lo subieran en la camilla.

Sn: ¿Qué pasó?

Murmuró con la voz apagada una vez estuvo bien sentado, Jungwon se sentó a su lado y tomó sus manos, él lucía aflijido al ser el primero en enterarse del motivo de la visita.

X: Veníamos a entregarle esto. - Le pasó un folder negro de tamaño oficio y con el logo de la policía en toda la portada - Necesitamos que lo lea y lo firma.

Sunoo captó la indicación y abrió el folder, encontrándose con alrededor de diez hojas tamaño oficio, con la letra tan pequeña que pensó que sería imposible leer y entender todo como ellos se lo pedían.

Sn: ¿Qué es esto?

X: Son los datos de su caso, necesitamos que firme la denuncia para proceder.

Sunoo empezó a leer la primera hoja, en ella se explicaba lo sucedido recientemente, de su intento de homicidio y el atentado. En la segunda y y tercera hoja, se hablaba de los hombres causantes de ello, explicando cómo se descubrió que eran parte de un grupo ilegal de apuestas y lo que más le alteró fue ver el nombre de su padre en él. En la cuarta hoja se mencionó a su madre, como una víctima y testigo del delito. En la quinta y sexta hoja se incluía a Sunghoon y la relación de su madre en el caso. En la séptima se explicó el acuerdo de su madre con aquel bando. Mientras que en las últimas tres se les marcaba los delitos cometidos a cada uno y la cantidad de años que deberían pasar en prisión.