¿Qué pasaría si encuentras a tu esposo con otra persona cuando tienes que darle una noticia importante?
Decepcionado, triste, enojado, no sabia como sentirse al ver que Naruto le estaba siendo infiel, se negaba a creerlo después de tantos años, just...
Estaba tan concentrado en él sus pies se movían por su cuenta hacia él, mientras se iba acercando no notó que venía con alguien y ese alguien era Shikamaru.
Al verlo paró en seco. Se quedó estático en aquel lugar y solo pudo observar como el Nara lo abrazaba y el otro parecía corresponderle, por un momento no le importó eso y obligo a su cuerpo a moverse. Sin embargo, no avanzó mucho cuando vio que aquel hermoso azabache volteaba y decía algo que no pudo escuchar para después besar a Shikamaru dejándolo otra vez sin movimiento en aquel lugar.
Shikamaru correspondió al beso rápidamente, ambos estaban sumergidos en su mundo, sin darse cuenta del rubio que no muy lejos de ellos los observaba sintiéndose cada vez peor con solo verlos.
"Se parece tanto a él, pero es imposible que sea él. Debo calmarme, no es él"
Por más que se repetía eso en su cabeza, no podía sacar la idea de que era Sasuke quien estaba besando a otro, estaba besando a su amigo y le dolía, sentía un nudo en la garganta solo al verlos juntos.
El beso terminó.
Shikamaru fue quien observo a Naruto a lo lejos y volvió a besar a Sasuke, esta vez en la frente sin dejar de ver al rubio que aún seguía ahí.
Naruto por fin logró moverse y con la movilidad de su cuerpo recobrada, solo optó por irse, alejarse de aquel lugar por lo menos un rato, lo necesitaba.
—No es él...no puede ser él.
Su voz se escuchaba temblorosa mientras lo decía, sentía sus mejillas mojadas, no sabe cuándo fue que empezó a llorar. Su reflejo en el espejo de aquel baño se veía casi irreconocible. Lo único que quería era salir de ahí.
"Cálmate Naruto, Sasuke está muerto. Es imposible que sea él"
—Eso es, no es él, no puede serlo.
—¿Quién no puede serlo?
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—Itachi, Itachiii—El mencionado volteó a ver a su novio quien al parecer ya que había aburrido en aquel lugar.
—Dime Dei ¿Qué pasa?—Deidara estaba haciendo pucheros, se veía lindo.
—¿Ya podemos irnos?
—Pero si acabamos de llegar—Podía ver la cara de decepción del rubio al escucharlo.
La verdad a él tampoco le gustaba mucho estar allí, ya que si por el fuera ambos se irían a casa a pasar el rato haciendo cualquier cosa que se les apetezca, pero lamentablemente no puede, por el simple motivo que este evento es el que tiene un mayor peso que los otros a los que fue invitado y declinó la invitación. Este evento no es solo de empresas nacionales sino también internacionales, por lo que no pudo negarse, al contrario de su lindo novio que quiso estar ahí por voluntad propia, él sabía que a Deidara no le agradaban mucho esos eventos por lo que rara vez lo acompañaba, aunque siempre le extendía la invitación para ver si aceptaba y esta vez fue una de esas raras veces que aceptó, se sorprendió al principio, pero se alegró que lo acompañara, lástima que ahora esté aburrido, aunque de igual manera hacía de todo para que esté lo más cómodo posible, ya que sabía que Deidara no querría regresar a casa sin él.
