Capítulo 9. Al descubierto.

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Capítulo IX. Al descubierto.

Cristel.

Tras su abrazo, el cual fue sencillamente perfecto, Ian se dirigió hacia los músicos que se encargarían de tocar la Banda Sonora para nuestra representación de Ballet, y, entonces, entendí a qué se había referido esa misma mañana con que me iba a llevar una gran sorpresa en mi representación, y, claramente, así había sido.

Me había alegrado mucho verlo allí, pero la alegría desapareció al ver cómo tenía la cara, y todo por Jeremy. Ese chico ya no sólo no me dejaba a mí tranquila sino que tampoco dejaba tranquilo a Ian. Ya comenzaba a desesperarme, y, para colmo, el papel del príncipe era suyo y, pese a que su danza clásica era realmente magnífica y sus movimientos elegantes y limpios, no me agradaba la idea de tener que bailar con él y, para más añadido, estando Ian ahí delante viéndolo todo.

Ya estaba todo aclarado con Ian, y lo menos que quería era que se molestara por verme bailar con él, con Jeremy. Aunque, francamente, me gustaba que se pusiera celoso, y más aún que lo hubiera hecho incluso cuando aún seguía molesto o enfadado conmigo, antes de golpear a Jeremy. Esto me había demostrado que realmente no estaba enfadado conmigo, que le importaba tanto como para defenderme incluso si veía a mi supuesto novio con otra.

No es que sea alguien que apoye la violencia, pero sí que, honestamente, me había agradado, en parte, lo que me había contado respecto a su pelea con Jeremy. Es decir, me halagaba el que se hubiera peleado por mí, y me animaba que, gracias a haber visto a Jeremy abrazar a otra y golpearlo por ello, hubiéramos podido aclarar todo. Quizá hasta tuviera que agradecerle esto a Jeremy.

Hablando de él, no lo había visto en el ensayo, y tampoco lo estaba viendo en ese momento. Veía a todo el mundo, desde bailarines secundarios hasta los que estaban detrás del escenario encargándose de que todo estuviera listo, pero a él, a él no lo veía por ninguna parte.

No obstante, no le di importancia. Tenía que venir y sabía que  vendría, algo en mi interior me lo decía, pero, realmente, ni aún sé el porqué a este hecho.

Seguí con mis calentamientos, sobre todo por mi tobillo, y, sin poder evitarlo, me abstraje del mundo casi por completo, pensando únicamente en él y sólo en él, en Ian. Me alegraba tanto que todo se hubiera aclarado y que me hubiera demostrado que realmente le importaba y que incluso se había puesto celoso que en mi cabeza sólo tenían cabida mis pensamientos dirigidos enteramente a él.

Intentaba dejarlo a un lado, ya que no quería quedarme en blanco en medio de la representación. Nunca me había pasado, pero todo podía darse. Igualmente, esperaba con todas mis ansias que no me pasara, tampoco quería equivocarme, y mucho menos caerme, ya no sólo por quedar en ridículo, sino porque no quería estropear la representación. Quería que todo saliera bien. Todos nos habíamos estado preparando mucho para esto y no podía permitirme estropearlo por mis sentimientos hacia Ian y que estos me condujeran a pensamientos que, en aquel momento, debía dejar un poco al margen.

Vi a Izzy hablando con uno de los compañeros de Ian, muy entretenidamente he de añadir, que casi me dio pena acercarme hasta ella y pedirle por favor que viniera conmigo, pero necesitaba relajarme y en aquel momento ella era la única que podía hacerlo.

Estuvimos hablando de cualquier tema mientras yo calentaba y ella observaba cómo lo hacía, claro que no por ello la una dejaba de prestarle atención a la otra ni viceversa.

- ¿Podemos hablar? – escuché a mi espalda.

Al girarme, pude ver a Jeremy, con la cara casi igual que Ian, sólo que a él se le notaba menos y, en cierto modo, mucho mejor, ya que, de lo contrario, estaba segura de que Madame no le hubiera permitido salir a escena así. Claro que, teniendo en cuenta que él era quien reemplazaba a Ryan, y que, claramente éste no podía venir y ser el reemplazo del reemplazo, lo habría dejado finalmente salir. Eso sí, con kilos de maquillaje en su rostro para tapar las heridas que más pudieran notársele.

Sentimientos controlados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora