Huracán de Pasión

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Mirando como las luces de la hermosa ciudad de Bangkok, iluminaban su oficina, no dejaba de pensar en él, riéndose incluso por el apodo que siempre le daba, después de tantos años, era la primera vez que pensaba en su mejor amigo de la infancia.

-¿Por qué precisamente hoy tuve que acordarme de ti?-riéndose y tomando una taza de té.

En una de noches de mayor importancia de su vida, se encontraba nervioso por la exposición catapultaba al éxito, había dedicado gran parte de sus ojeras, cabellos revueltos y kilos que si intentaba comer algo podría vomitar; se sentía más seguro estando solo en su oficina o en su estudio pintando grandes obras o curando alguna reliquia para el museo , eso le ayudaba a calmarse, al mismo tiempo recordaba su infancia en la soleada ciudad de Chiang Mai, junto a su primo Tong y al mejor amigo de este, Mile Phakphum.

-Nattawin- decía respondiendo al teléfono.

-Pensé que ya estarías en la exposición ¿nervioso?-decía su primo desde el otro lado del océano, pues estaba trabajando para una empresa de entretenimiento, esperaba que pronto regresara con él.

-Tanto se nota-riéndose- Esto es importante, es mi primera exposición en Bangkok, tuve que tener éxito en Londres y Nueva York para poder llegar hasta aquí ¿sabes lo que es eso? Estoy que me como las uñas y eso que nunca lo he hecho.

-Lo sé... nunca se me dio eso de las pinturas... recuerda que en la clase de arte era un desastre...

-Lo sé... tú, Jeff y Mile se dedicaban a esconder las pinturas de los demás o a hacer guerras de ello en clase... no salían de dirección por eso- riendo.

-Cierto... esos eran buenos tiempos- riendo- Pero lo que si recuerdo es que me comía las uñas, principalmente los días de examen-riendo.

-Todavía recuerdo que la tía te ponía de todo en esos dedos para evitar que te las comieras-sintiendo un escalofrío recorrerle la espalda, escuchando las carcajadas de su primo Tong.

-Te irá bien ya lo veras, eres excelente en lo que haces... si lograste tener éxito en Londres y Nueva York, lo tendrás también en casa.

-Eso espero... gracias-soltando una bocanada de aire.

-Cuando termine la exposición, no olvides llamarme ¿de acuerdo?

-¿Así sean las 2 de la mañana? Odias madrugar.

-¡Más vale que lo hagas Nattawin!

-¡Solo me llamas así cuando estás enojado Tong!- haciendo un puchero.

- Lo haré, descuida- haciendo una ligera sonrisa- Aun estando a kilómetros de distancia sigues siendo un mandón.

-¡Claro soy tu primo favorito... es mi trabajo!

-Eres el único primo que tengo... idiota- colgando la llamada para reírse- Pero así te quiero.

Sonriendo plácidamente gracias a las palabras de apoyo de Tong, a pesar de la diferencia de edad de dos años, se querían demasiado; el estar lejos de él le causaba pesar, pero cuando se le ofreció la oportunidad exponer sus obras y trabajar en el museo de Bangkok, no lo pensó dos veces.

-Aun sigues aquí... creí que ya estarías listo-decía Build, su representante viendo su atuendo de arriba a abajo.

-Ya casi, estoy ultimando detalles, sabes que soy muy perfeccionista, y por la expresión de tu cara, no pienso salir vestido así- señalando sus pantalones de mezclilla y sus playera sin mangas- tengo el traje listo.