En el aeropuerto de Bangkok, cuatro amigos se miraban entre sí, sabían que ese día era malo, pues ellos debían separarse, habían crecido juntos, un extraño dolor se sentía en todos ellos.
Ya cálmate huracán... no pasa nada, nos volveremos a ver, deja de estar molesto conmigo ¿de acuerdo?- decía Mile que en ese entonces tenía 12 años.
-¿Seguro? Te irás muy lejos y nos dejarás... no será divertido sin ti.
-¡Oye!- gritaron Jeff y Tong al unísono.
-¡Ustedes no hacen otra cosa que regañarme por todo!-decía Apo molesto- ¿En dónde está la diversión en eso?
-¡Soy tu mayor!- decía Jeff.
-¡No exageres Tepp... sólo por unos meses!- decía Apo.
-Voy a extrañar estas peleas- decía Mile.
-¡Dulces!, huele delicioso- acercándose a la ventana y mordiéndose el labio inferior- ¡Tenemos que entrar!
-Sigues siendo amante de los dulces... para tener casi 30... aun eres un niño.
-El que sea un adulto, no quiere decir que deba ser aburrido... seré amante de los dulces hasta mi muerte.
-Podría decir que algunas de sus pinturas y esculturas tienen restos de dulces escondidos por ahí-decía Build.
-¡Jakapan!
-Tú y yo dejaremos ha estos dos solos- decía Bible, jalando a Build a otro lado.
Por dentro la tienda olía aún mejor, la mezcla de cítricos, chocolate y otros olores le daban al lugar un toque hipnótico imposible de resistir, Mile pidió dos té con burbujas y pastelillos típicos de la región.
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-Esto en verdad es delicioso- dándole un mordisco al pastelillo, tensando los músculos de Mile- jamás había probado algo tan exquisito.
-¿Seguro?- diciendo sorprendido- deberías de probar otras cosas huracán.
-Cuando esté listo, seguro y por favor no me digas así en público- acercándose a él para decírselo en voz baja, a lo que Mile aprovecha para besarlo- ¡Mile! No seas aprovechado.
-No estoy aprovechándome... estaba limpiándote un poco del postre que tenías en la boca, es todo.
-A otro perro con ese hueso-golpeándolo en el hombro.
