{11}

235 37 5
                                    

-Así que este es tu nuevo juguete Mile- decía el sujeto viendo una fotografía de Apo en la exposición- Es guapo, pero no tanto como yo... te aseguro que tú volverás a mis brazos por las buenas o por las malas... siendo tu nuevo juguete quien las sufra, si no haces lo que yo quiero- sonriendo.




En el estudio, Mile ultimaba detalles sobre una venta importante al extranjero, los negocios se le daban muy bien lo que ocasionaba que su fortuna se incrementara y fuera respetado; aunque los hoteles y aviones eran lo suyo, las pinturas de Apo que se expondrían en sus hoteles estarían a la venta y lo recaudado iría a una fundación de su agrado. En un ligero ataque de desesperación decidió llamarle a Tong.

-¿Le pasó algo a Apo?

-¿Siempre contestas así?- diciendo con sarcasmo. 

-¿Sucedió algo, Apo está bien?- preocupado.

-Algo así... te llamo para preguntarte algo.

-Acerca de su pasado, ¿verdad?- sonando serio.

-¿Qué le pasó? No me explico cómo pudo cambiar tanto... pareciera que siempre está en alerta ante lo que pueda pasar. 

-¿Has querido hacerle algo? –enojado- Estoy dispuesto a ir a Phuket para repetir lo que te hice antes de que te fueras... te lo advierto Phakphum, si lo llegas a lastimar te las verás conmigo y de paso con Jeff.

-No va por ahí-escuchando a su antiguo amigo tomar una gran bocanada de aire.

-Lo único que te puedo decir es que casi se nos muere... pero contarte la historia con detalles no me compete a mí, sólo te pido que tengas paciencia, es fuerte ante los demás, pero cuando está solo puede ser tan frágil.

-Lo entiendo... muchas gracias amigo.

-Por favor cuídalo.

-Eso ni lo dudes... ya me advertió lo que pasaría conmigo si algo le sucede.

-Sobre aviso no hay engaño Phakphum.

-Lo sé-colgando el auricular.


Era medianoche cuando Mile entra y lo descubre dormido sobre la mesa, parece que el apasionado huracán se había quedado sin energías, lo tomó delicadamente en sus brazos para llevarlo a la cama, cuando lo siente abrazarlo más fuerte, su olor lo mareaba, las corrientes eléctricas que sentía recorrer su cuerpo, las mitigaba el delicado abrazo, lo metió a la cama y lo cubrió con la sabana.

-¿Qué haces?- decía Apo soñoliento.

-Te habías quedado dormido... amanecerías con dolor de espalda.

-Si, creo que empiezo a sentirlo- masajeándose el cuello.

-Tal vez pueda ayudar- colocándose atrás de él y sus manos sobre su nuca- ¿mejor?

-Si continúas así... perderé el control, Mile-sintiendo como comenzaba a besarle el cuello y bajar sus manos hacia su miembro.

-¡Mile!- gimiendo, cerrando los ojos. 

-Sólo déjate llevar, Apo- masajeando el miembro de Apo sobre su ropa- Eres un hermoso lienzo en vivo, metiendo sus manos en sus pantalones para tocar más en directo su miembro. 



Poco a poco, el deseo oculto de Apo, estaba surgiendo con el simple toque de las manos calientes de Mile, recargado sobre su pecho, sentía la respiración de este sobre su oreja, generando una corriente eléctrica por todo su cuerpo, haciendo que arqueara su espalda; al sentir el toque sobre su miembro, empieza a moverse al ritmo que marca Mile con su toque.

Huracán de PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora