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-¿Por qué quiere precisamente a mi amigo?- decía Build, ofreciendo una taza de café.

-Creo que tiene que ver con el pasado que ambos comparten... no lo sé muy bien- decía sin dejar de admirar el trasero del joven frente a él.

-Apo acaba de terminar una exitosa exposición aquí ¿qué le hace pensar a Mile Phakphum que puede quedarse con mi Apo?- cruzando sus brazos.

-¿Tu Apo?- decía un poco molesto- ¿Es tu novio?- escuchando reír al joven.

-Ambos somos donceles... así que no va por ahí... él es como mi hermano... sé que su interés no es por el ámbito laboral ¿me equivoco?

-Me agrada como piensas... mira además de ser el arquitecto estrella de Mile, soy su socio... él no es de jugar sucio.

-Bien... porque si llega a hacerlo- acercándose a Bible para acorralarlo en el sofá- Se va arrepentir- sonriendo.

-Me gusta la vibra de este chico... pide a gritos, ahórcarme- pensando.














Durante el camino, no dejaba de ver de reojo a Apo, su vestimenta casual resaltaba su pequeña cintura, sus anchos hombros y sus deliciosas piernas, aunque estuvieran bajo un pantalón; su cabellera un poco desarreglada le daba ese toque exótico a su mirada.

 -¿Y cuál será tu deseo?- mirándolo a los ojos.

-Una cena... a orillas del rio.

-¿Tengo otra opción?-cruzándose de brazos.

-Tú tendrás tu deseo y yo uno de los míos... por ahora-viendo la perplejidad en los ojos de Apo.

-No sé si quisiera saber cuales son tus otros deseos- decía Apo sintiendo una corriente eléctrica recorrerle el cuerpo.

-Tarde o temprano lo sabrás... por ahora creo que es demasiado pronto- relamiendo sus labios, cosa que no pasó desapercibido por Apo, haciendo que a este se le cortara la respiración.





Al llegar al restaurante, la luz de las velas le daba un aire sobrio y romántico al lugar, para desgracia de Apo, pues no quería repetir la escena del día anterior; las mesas eran pequeñas y cubiertas con manteles negros, se sentaron cerca de una ventana en donde se podía ver la majestuosidad del río y la belleza de la ciudad nocturna.

 -¿Qué te parece el lugar?

- Es agradable... y tiene una vista excelente.

-Siempre que vengo a Bangkok, me gusta venir a este lugar para admirar la vista... me hace recordar un poco a Chiang Mai.

-¿Y eso por qué?- viendo a los alrededores- No creo que haya algo que te haga recordarlo.

-El río.. su sonido hace querer transportarme haya... como este lugar está rodeado de plantas...

-Ya entiendo- recargándose en la silla- Creo que tienes razón- sonriendo- Pero creo que hubiera sido más fácil ir a Chiang Mai ¿no crees?

-Mmmm- suspirando- Lamentablemente no puedo ir a Chiang Mai tanto como quisiera... de hecho no he regresado desde que nos despedimos.

-La verdad no entiendo la razón... creí que Tong y Jeff eran tus mejores amigos, pero en cuanto pisaste Phuket te olvidaste de nosotros- diciendo con melancolía.

-Hay cosas que no entenderías huracán... tal vez te las diga más adelante-rozando su mano y sintiendo como la alejaba de él.

-Te alejas de nuevo- decía Mile- ¿Qué pasó en todo este tiempo? Antes tu forma de mostrar afecto era tocando a las personas.

-Era un niño Mile- evitando la mirada de Mile, para que no viera su dolor- El tiempo y las experiencias hacen que la manera de conducirte a los demás cambie... es todo.

-¿Estás seguro?- Mile tiene las enormes ganas de saber qué le había pasado, el chico aventurero que recordaba se había desvanecido.








Mientras comían, Mile no podía evitar mirarlo detenidamente cada vez que Apo se metía un bocado a la boca, parecía que lo estaba seduciendo a propósito, la delicadeza con que masticaba, el paso de su lengua por esa boca rosada y la manera en que lo miraba al hablar, ese huracán lo hacía tensar los músculos de su cuerpo, tanto que a veces no masticaba, además de que empezaba a tener una urgente necesidad de ir al baño, porque sus pantalones comenzaban a apretar.

-Si no lo masticas terminarás ahogándote- limpiándole una mancha de salsa de su mejilla.

-Trataré de recordarlo... así como recuerdo la primera vez que te dije huracán ¿lo recuerdas?-tomando un sorbo de su copa de vino para calmar las ansias de ponerlo sobre la mesa.

-Como olvidarlo... estábamos jugando futbol con los chicos de la otra calle, nadie podía quitarme el balón... y gracias a mi pudimos ganar-diciendo orgulloso-Los charcos de lodo al final del partido fueron lo mejor-riéndose.

-Desde entonces te convertiste en el huracán Nattawin... arrasando con todo.

-Y  quién diría que después de tantos años... seguiría siendo un huracán.

-Uno muy hermoso-viendo como tomaba el vino fingiendo que no lo escuchó.




Seguían platicando de cosas de su infancia, hasta que eran los último del lugar, haciendo que Apo se avergonzara por ello y Mile sonriera.

-¿Quién se iba a imaginar que ese campeonato sería nuestro último juntos?- saliendo del lugar y caminando por la orilla del río.

-Si... además de nuestro primer y último baile.

Recuerdas eso!- ruborizándose- Me pediste que te enseñara a bailar porque querías invitar a la vecina de la otra cuadra.

-Fue divertido ver como intentabas enseñarme, sin que te pisara... después de todo tú eres el experto bailarín.

-Dios... eres imposible-riendo-definitivamente sigues siendo un fastidio, muy atractivo por cierto... pero fastidio al fin y al cabo.

-Gracias por el cumplido.

-De nada- sonriendo.








La noche estrellada se hacía presente, la diversión casi terminaba para ellos, mientras recorrían el camino al departamento de Apo, este se sentía cómodo a su lado, había olvidado lo divertido que era pasar el rato con alguien de esa forma; cuando llegaron a la puerta del edificio Mile se despidió dándole un beso en la comisura de las boca. Viéndolo subir al auto, veía como este corría rápidamente y se perdía en la distancia, después de ese día no volvió a verlo.

-Primero me coquetea y luego se va como si nada- decía Apo molesto, días después- ¿Sólo quería burlarse?














-¿Cómo esperas que te llame si no le diste tu teléfono?- decía Bible.

-¿No crees que lo hice a propósito?- viendo a su primo sonreír negando con la cabeza.

-Nothing is on purpose with you.

-Te parecerá ridículo... pero desde que recibí esa invitación a la exposición, no he dejado de pensar en todo lo que pudo haber sido y no fue- suspirando.

-¿Aun no sabes quién la mandó?

-Tengo mis sospechas... ¿arreglaste algo con su representante?- viendo como Bible se acomodaba en la silla- ¿Qué hiciste?

-Aun nada... pero esa cara de inocente que tiene... esconde un sujeto perfecto para mi- sonriendo de manera lasciva.

-¿Te refieres a...?

-Eso mismo... my friend- saliendo de la oficina.

-Si, definitivamente tiene cara de asesino- recordando lo que le dijo Apo- Pero no mata ni una mosca- riendo.

Huracán de PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora