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Entrando a la galería, las miradas de sus amigos y alguno que otro desconocido estaban pendientes de él, odiaba ser el centro de atención y ahora mas que nunca,  así que se dio prisa en llegar a su estudio y empezó a revisar su correo.

-¿Qué tal tu fin de semana?-preguntaba Build- No me digas que te la pasaste en casa.

-Esa era la idea inicialmente, pero Mile apareció en mi puerta y... - dando un largo suspiro.

-¿Y qué tal? ¿Ese bombón es delicioso?

-Te lo cuento en el almuerzo-viendo a Job 

-Siempre sabe cómo arruinar el momento- viendo a Job seguido de Bas. 


Job había dicho que la exposición, no pudo haber salido mejor, dando un gran aplauso a Apo con todos sus compañeros presentes.

-Creo que todos lo hicimos excelente- evitando ruborizarse.

-Posiblemente, pero tú hiciste la mayor parte... ahora hablemos de nuevo de negocios.

-Tu palabra favorita Job- decía Build. 







La reunión  había terminado y todos se preguntaban quien era el millonario que quería un pedido especial y que Apo era el único en quien había pensado luego de ver la extraordinaria exposición; a la hora del almuerzo Apo y Build se dirigieron a la cafetería de siempre a unas cuadras del trabajo.

-Muy bien ahora si... con lujo de detalles.

- ¿Detalles de qué?- echándose un bocado de ensalada.

-¿Cómo que de que... tu amigo?- decía curioso- ¿El que le acompaña con cara de asesino... tiene pareja?

-¡Yo que sé!- decía riendo- Lo único que sé es que es el arquitecto de los hoteles de Mile... el hotel más caro de Bangkok es de él.

-¡Amigo tu no te andas por las ramas!- golpeando su hombro- Pero esa cara quiere decir que no te fue muy bien con él ¿verdad?- viendo a su amigo suspirar. 

-Pues al principio todo iba bien, estuvimos hablando de nuestra infancia, la comida fue de las mejores que he probado y fuimos a la terraza del hotel deberías de ver la vista, es espectacular desde allá arriba-suspirando.

-No gracias... digamos que las alturas y yo no somos amigos- riendo nervioso- ¿Pero que te molestó?

-Te digo que todo iba bien hasta que se le ocurrió besarme- tomando un sorbo de té helado.

-¡Te besó! Dios sí que va rápido- abanicándose con la servilleta- pero porque estas enojado por eso... yo estaría feliz... ese sujeto es guapo... pero para mí su amigo lo es más. 

-¡Eres igual que Barcode!.- riendo.

-¿Te molestó que te haya gustado el beso?- decía Build curioso. 

-¡Como puedes decir eso! Es un gran amigo... no lo veía desde hace tanto- mirando por la ventana- Y de pronto se le ocurre besarme ¿Qué le pasa?

-Te dio miedo, no por ser tu amigo de la infancia, sino porque es un hombre que te desea -viéndolo tensar su cuerpo-¿Es eso?

-No del todo, sé que no es él  y que jamás me haría daño, pero... estoy marcado Build, mis cicatrices son feas y yo jamás... - suspirando.

-¿Te da miedo de que vea tus cicatrices? Lo que sufriste a causa de ese sujeto, no tiene porqué marcar tu vida Apo... son heridas de guerra, recuerda eso... prometiste mirar hacia adelante, pero lo único que has hecho es ver el pasado- tocando su mano- tienes 29 años... toda una vida por delante.

-Lo sé, pero no puedo olvidarlo... aún tengo pesadillas... Jeff o Barcode a veces duermen conmigo- diciendo apenado.

-Tal vez él te ayude a superarlas ¿no crees?

-No lo sé-viendo hacia el exterior del lugar-Es posible.

-Sólo no te cierres a la posibilidad de volar, cuando ni siquiera has abierto las alas, Apo ¿de acuerdo?

-Desde cuándo resultaste poeta Build- decía sonriendo a su amigo. 

-Desde que vi al amigo cara de asesino de tu príncipe- decía Build- Tiene esa aura de... ahórcarcame.

-¡Eres terrible!- riendo.

-Pero así me amas- guiñando un ojo.

-No tengo otro remedio.


Después del almuerzo, Apo había quedado con un colega para ver una pieza que acababa de llegar desde los antiguos templos de Lang Mai para exhibirla en el museo de historia, ya que trabajaba de manera libre para el museo, de vez en cuando le enviaban piezas para su restauración. 

-¡Es bellísimo! No costará mucho trabajo hacer que se vea reluciente.

-¡Perfecto! Sabes que tienes unas manos estupendas para esto, Apo.

-Gracias Us, pero eso lo decidirás cuando hayamos terminado la pieza ¿de acuerdo?

-Como digas- haciéndole un saludo militar- bueno tengo que irme, tengo una cita.

-De acuerdo... nos vemos después.





A la hora de la salida y bajando las escalinatas de la galería,  vio frente a él, el Maserati negro, sorprendiéndose más aun de ver a Mile recargado en la puerta del copiloto esperándolo, estaba aun más guapo que ayer llevaba un traje gris oscuro con una camisa de un gris claro, sin corbata, aun así resaltaba sus ojos acero y su blanca sonrisa; bajó aun más despacio las escalinatas parándose frente a él.

-¿Nos vamos?- abriéndole la puerta del auto.

-Quién dice que me voy a ir contigo... además tengo demasiados pendientes.

-Pues puedo esperar hasta que termines... no tengo gran cosa que hacer-metiendo sus manos en los bolsillos.

-Vaya así que soy tu plan de consolación, para que no te aburras, lo siento, pero no quiero serlo, gracias- caminando en dirección opuesta a él.

-Vamos Apo... sólo quiero comer contigo-tomándolo del brazo para que lo viera.

-Sigues siendo tan fastidioso como cuando éramos niños... y no pongas esa cara de perro atropellado... sabes que lo odio.

Lo sé... por eso lo hago-abriendo la puerta del auto.

-¿Podrías llevarme a mi casa, por favor?

-Deseo concedido... después del mío.

-¡Que!- cerrándole la puerta-Así no era el trato Mile Phakphum.

-Lo siento-metiendo el acelerador a fondo.







-Disculpe, vengo buscando a Build Jakaphan.

-¿Escuché mi nombre?- viendo al amigo del tal Mile- ¿Por qué me busca a mí?

-Porque quiero hacer un negocio contigo- decía Bible, mirando de arriba a abajo el cuerpo esbelto de Build.

-Cariño, mis ojos están arriba- tomando al joven por el mentón- ¿Qué clase de negocio?

-Phuket, playa, arena, y tu representado Apo Nattawin.

-¿Vienes por parte de Mile Phakphum? Él es multimillonario que lo quiere tener ¿cierto?- viendo al sujeto frente a él afirmar- Entonces creo que tú y yo nos vamos a entender muy bien- tomándolo del brazo para llevarlo a su oficina. 

-Eso me gusta. 

Huracán de PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora