DOCE

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Estaba bajando del avión, ya que volvía a Japón

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Estaba bajando del avión, ya que volvía a Japón.

Tome un taxi y fui directo a la casa de mi amada madre fallecida. Me llegaban llamadas, notificaciones de Hange, pero no contestaba por que estaba pensando mucho en lo que había pasado.
Llegue a mi casa, se sentía tan solitario aquella casa donde crecí.

Mi padre, bajaba desde el segundo piso, venía hacia a mi a abrazarme.

- Hola hija - saludo mi viejo.

- Hola padre ¿quieres café o algo? - le ofreci.

- No... ya e tomado algo, necesito que te prepares para ir en el velorio -

- Si -

Fui a mi habitación me prepare con un vestido negro olgado y unas chatitas del mismo color, me recogi el cabello en princesa y baje.
Allí, tirado en el sofá, se encontraba mi padre, ya todo listo para irnos.

Mi madre, me dio una última mirada para llevarme al auto.

. . .

Estábamos bajando del auto para poner pie en el lugar del velorio, al entrar abia gente llorando, mis tías y tíos.

Me acerque a su caja, y la vi. Tan linda mi madre, lamento tanto ese día en el que te grite, no pude despedirme de ti.

Mis lágrimas caían por mi rostro al recordar el día en que me leyó el libro del "Burrito Cordobés".

Luego unas de mis tías se me hacerlo dándome una carta para mi, de mi madre.

La carta decia:

Querida niña, estas creciendo. Probablemente no viva mucho tiempo, ya que tengo problemas del corazón.
Si te llego esta carta es por que ya estoy en un lugar mejor.
Mi adolescente, quiero decirte que; ser joven, es la empresa más ardua de la vida, es izar, como enseña bendecida, el ideal con corazón valiente.

Ser joven es llevar alta la frente, en medio de una multitud vencida, y cantar aunque el alma se halle herida, y reír aunque llore el subconsciente.

Mi querida hija, quiero que nunca te rindas, que te levante y tengas objetivos en la vida, obtén lo que quieras con esfuerzos.
Lamento ser una mala madre, pero me doy cuanta de que tengo una buena hija.

Con amor: mami.

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Las lágrimas se me escapaban a tal carta que leí, mi madre si me entendía, yo pensaba que lidiaba sola contra en mundo. Me e equivocado.

- Estas bien hija? - pregunto mi padre.

- Si... quiero ir a casa - dije

Hange Zoe | High Enough Donde viven las historias. Descúbrelo ahora